Los Huevos a la Flamenca es un plato típico en toda España y que tuvo su gran apogeo en las décadas de los años 60s y 70s del siglo pasado, ya que solía ser el desayuno o almuerzo poderoso de nuestros padres y abuelos y que acompañaban con pan y un vasito de vino, suficientes proteínas y calorías como para soportar la jornada laboral de cualquier oficio.
Los Huevos a la Flamenca le deben su nombre porque se tiene como un plato originado en la Cocina Andaluza, y más concretamente de Sevilla, donde se tienen las referencias más antiguas de la receta. Por cierto, en algunas zonas se le llama también “Huevos al Plato” o a la “Cazuela”, ya que se sirve directamente con su recipiente de barro, del horno a la mesa.
El más típico se prepara con la cazuela de barro del tamaño individual, con uno o dos huevos. Este plato se prepara también en otras zonas de Europa, sobre todo en Francia, aunque los ingredientes varían de unas a otras regiones. Por supuesto, también en América tienen sus propias versiones. En mi región valenciana los llamamos de las tres maneras, aunque suele predominar la de “Huevos al Plato”, y se suelen preparar con recipientes de barro o de acero inoxidable, que se incorporó precisamente para elaborar este tipo de recetas desde los años 1980s.
Los ingredientes de este plato son de lo más corrientes, pues solemos tenerlos a mano de a diario por la cocina. Es de los platos más completos y potentes que conozco, y es ideal para mojar pan, al menos en la versión de mi región, pues suele llevar tomate. A pesar de que se pueden añadir otras verduras y en unas zonas pueden llevar tomate o no, os comparto la típica del sur de Valencia, la que solemos preparar en la provincia de Alicante.
Ingredientes
Tomate triturado
Guisantes
Jamón serrano (láminas pequeñas o daditos)
Chorizo (dulce o picante al gusto, en rodajas finas)
Huevos
Aceite de oliva virgen
Perejil fresco (opcional)
Preparación
Podéis perfectamente olvidar la sal en este plato, ya que el jamón y el chorizo le aportan dicho sabor. Como mucho, podéis añadirle una pizquita sobre la yema del huevo si no vais a remover el contenido.
Hervir en agua los guisantes (si los compramos en lata, podemos suprimir este paso) 10 minutos. Preparamos la cazuela con un lecho de aceite y lo ponemos a fuego lento para que se rehogue el sofrito. Antes de que hierva echamos tomate triturado al gusto y los guisantes. Que se fría unos minutos e incorporamos los taquitos de jamón y chorizo. Damos unas vueltas y apagamos el fuego. Llevamos la cazuela al horno, precalentado a 180º, y ponemos la cazuela en la bandeja central. Rompemos uno o dos huevos y los incorporamos a la cazuela. Se puede adornar con algo de perejil fresco. Dejamos en el horno según la apetencia, ya que en 5 minutos ya está listo, pero si queremos mojar pan, sacaremos la cazuela nada más ver los huevos cocidos. Si nos gusta muy hecho, entonces podemos dejarlo hasta 7/10 minutos o más, cuidando de que no se queme, por supuesto.
La receta es sencilla de preparar y puede servirnos como plato principal a cualquier hora del día pues, repito, se trata de un plato muy poderoso, sobre todo si mojamos media barra de pan y lo regamos con un buen vinito tinto. Nuestros abuelos sí que sabían cuidarse. Os comparto un video para que veáis una versión más completa de esta receta, a la que se le añaden más ingredientes.