Existen varias maneras de vivir “les Fogueres de Sant Joan” en Alicante, una celebración que conforma, con las Fallas de Valencia, un bien cultural declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Durante las celebraciones del año 2023 se calcularon en más de 1 millón de turistas los que visitaron esta ciudad de la Comunidad Valenciana durante la semana de Hogueras.
Los profanos y turistas en general admiran los monumentos “fogueriles” y recorren las calles de la ciudad al son de las músicas que suenan en las barracas, ojean puestos ambulantes, comercios y se detienen para refrescarse en heladerías, bares, restaurantes, etc. Les llama la atención que se repitan las raciones de coca n´tonyina y bacores «fresques», las vituallas típicas en esas fechas. Los paseos pueden resultar divertidos porque los pasacalles animan el ambiente, bajo un clima prácticamente veraniego y que resulta un evento multitudinario atractivo.
El turista se entretiene, el extranjero “no entiende la fiesta”, pero hay una gran cantidad de personas en el interior de los recintos acotados, que se sientan alrededor de grandes mesas, y que viven las celebraciones más intensamente.
Esa primera categoría de personas que viven la fiesta en las zonas acotadas de las calles, a las que se les llama “barracas” por tradición, aunque no sigan dicha forma arquitectónica, o “racons foguerils”, también se pueden separar en otras dos categorías: los que simplemente alquilan una mesa para esos días de fiesta señalada, y los “protagonistas”, las personas que consiguen todos los años “plantar la foguera” y durante todo el año participan en las numerosas actividades derivadas del “racó”, que es el local de reunión y administración de una foguera. Esa masa social hace posible una de las fiestas más famosas del mundo.
“Les Fogueres de Sant Joan” se celebran entre los días 19 al 24 de Junio. Pero se inicia su ejercicio anual tras las vacaciones de verano, en septiembre. Una vez recogidas las cenizas de los monumentos quemados en la “Cremá”, se retira todo resto de la calle, todo ha terminado, la fiesta no volverá hasta el año siguiente, pero para algunos miembros de cada Foguera, las responsabilidades de sus cargos les obligan a atender asuntos relativos durante más días. A través de la figura de uno de estos cargos, como el Presidente, el señor Bakero, de la Foguera Foguerer-Carolinas, recorreremos las actividades que no son visibles para el resto de los mortales y que sustentan, con su nivel organizativo, todo lo relacionado con esta fiesta.
El inicio del ejercicio en septiembre es también motivo de celebración. Se corta la calle Foguerer y se instala una cabina para un dj. Se deja espacio para el baile, y al otro extremo una jaima cubre la zona de cocinas para preparar las vituallas típicas: embutidos y frituras, para culminarlo todo con grandes paellas, que son el plato estrella en toda celebración de la Comunidad Valenciana. Se instalan también juegos infantiles para que disfruten los pequeños. Hasta se roció espuma en esta última ocasión.
Es el punto de partida para comenzar a organizar las actividades y cotejar presupuestos. ¿Pero qué hay detrás de todo ese sonido y colorido de bandas de música, trajes regionales y monumentos fogueriles?
En efecto, crucial resulta la contratación de un artista para la construcción del monumento fallero o fogueril. Tengo la fortuna de tener un sobrino (prometido de mi sobrina y ahijada Susana), llamado Juan Ramón Núñez González @j_dejuanes en instagram, que ha conseguido ninots indultados y monumentos premiados, tanto en las Fallas como en las Hogueras de San Juan. Éste se dedica todo el año a la construcción de las peculiares estructuras que dotan de monumentalidad y colorido las fiestas.
Una Hoguera de categoría Especial puede superar el millón de euros actualmente. Desde que terminó la Pandemia hasta día de hoy, los materiales han subido hasta un 80 % de algunos de ellos. En el presente año se plantaron 89 hogueras adultas con hasta 7 categorías. De las especiales se plantaron 10. La de Foguerer-Carolinas pertenece a la Primera Categoría y el artista fue Pere Baena García. Un monumento de Primera Categoría ronda los 100.000 euros, pero las siguientes se construyen a un coste más modesto, pero muy pocas inferior a 30.000 euros.
Las hogueras infantiles también se dividen por categorías. La de Foguerer-Carolinas pertenece a la Categoría Especial. Acompañan siempre y a poca distancia a las adultas. Este año se quemaron un total de 70 a parte de las oficiales, pues se celebraron “cremás” en escuelas y centros sociales, con esculturas confeccionadas por los propios alumnos y adultos de todos estos centros. También poseen gran mérito por su diseño y contenido, aunque sus presupuestos son más modestos, lógicamente por su menor tamaño.
Para conseguir alcanzar estos costosos presupuestos, el Ayuntamiento proporciona ayudas que se gestionan con las comisiones fogueriles y distintas barracas (racons). Todo es poco, y las distintas colaboraciones (contratos publicitarios, aportaciones particulares, venta de loterías y abonos para mesas de la barraca, etc), se consigue con mayor o menor éxito para cubrir los gastos. Por ejemplo, la barraca de Foguerer-Carolinas constaba de 420 asientos en este 2023, una fuente de ingresos indispensable (pero insuficiente pues aporta unos 10.000 euros, menos de un 10 % de lo necesario). Esta barraca se fundó prácticamente con la consolidación del barrio, en el año 1976.
Barracas (o racons) se instalaron 46 en toda Alicante. La mayoría incorpora un bar-restaurante para la atención restringida y algunas para todos los públicos. Si no me equivoco, en 2023 se levantaron tres barracas populares, todas muy cercanas al centro histórico de la ciudad. En ellas pueden acomodarse quien lo desee y tenga suerte de encontrar sitio libre. He vivido los mejores momentos de dichas barracas populares, con grandes actuaciones en directo, sobre todo en la década de los 1990s, pero hoy en día son contados los conciertos sin entrada. Pero volvamos al Racó Foguerer-Carolinas, ya que sus actividades son similares a todas las celebradas en la ciudad.
En la primera reunión de septiembre ya se propone al artista y se presentan las listas a “Bellea del Foc” (Bellezas del Fuego) del 2024. Los integrantes de la barraca ponen a punto sus trajes regionales, confeccionados con tejidos finos bordados, sobresaliendo la seda entre ellos, tanto en hombres como para mujeres, aunque los de estas últimas el precio es muy superior, pues varía entre los 700 y los 6.000 euros los hechos a medida con toda su pedrería y aparejos.
De manera que el pasado 14 de Octubre del 2023 ya se celebró el primer acto oficial en la calle Foguerer. Se instaló un escenario y se presentaron las candidatas a Bellea del Foc. Los dos fines de semana previos, niños y niñas de la barraca ensayaron bailes para amenizar los actos.
El mes de Noviembre sirve para planificar definitivamente y decidir los presupuestos. Además de presentar las ideas para los desfiles y bailes (diseños). Será el 8 de Diciembre cuando las candidatas a Bellea del Foc de Foguerer-Carolinas brindarán un desfile-procesión con música en honor a la Virgen María por las rodalías del barrio, acompañadas también por el sonido de las tracas y mascletaes. Ese será el primer pasacalles oficial, para iniciar las actividades navideñas.
En el mes de Abril se celebra la elección de la Bellea del Foc de Alicante. Todo debe estar adelantado, pues quedan dos meses para la gran cita. A medida que se acerca la fecha los nervios y el pulso en el racó se aceleran. Se discute, se solucionan problemas que van surgiendo, pues nunca sale todo perfecto, pero es lo normal de cualquier colectivo. A partir de esta fecha se reservan las mesas para la barraca y, dependiendo de los ingresos reunidos, se contrata a una orquesta o dj para las noches. También se contrata la seguridad del recinto y un seguro a terceros de responsabilidad civil. El Ayuntamiento exige que una meticulosa normativa se siga en toda la ciudad.
En el mes de junio se suma al ambiente de fin de curso la esperada Plantá de les fogueres. Semanas antes se ensayaron bailes, las orquestas suenan, los petardos estallan sin sentido, en una atmósfera festiva única. Alicante se asombra, pues es una de las ciudades con más extranjeros residiendo de España, y éstos “descubren” de pronto unas celebraciones que parecen espontáneas. El día 18 se cortan muchas calles y en la mañana del 19 aparecen 46 barracas por la ciudad como por arte de magia. Comienza el espectáculo y la Fiesta, cuando a las 14:00 de dicho día 19, estalla la Gran Mascletá en la Plaza de Los Luceros que da el inicio oficial, celebrándose a la tarde el desfile internacional que cada vez es más seguido por público y medios, participando todos los integrantes de las barracas. La noche del día 20 suenan las orquestas en las barracas. Familiares y amigos se reúnen para alternar y bailar, algo que a grandes y pequeños les entusiasma.
Por último, todos los eventos masivos deben tener también su crítica. No ocurre solamente en esta fiesta, sino en la mayoría de las celebradas en la Comunidad Valenciana, sea del tipo «Fallas» o «Moros y Cristianos», y es su carácter hermético y algo egoísta. Claro, tras un trabajo anual de mucho esfuerzo, compartir los momentos de «gloria» pues como que no. Preguntas a cualquiera sobre detalles de la fiesta y nadie sabe nada, pero a la hora de cada actividad no fallan. «Vaya, a ese mismo le pregunté, no sabía, y ahora aparece en primera plana del evento». Ese carácter cerrado y típico, comprensible hasta cierto punto, impide que más personas se involucren en la fiesta de su barrio. No existe un programa detallado de actividades ni medio a nivel general que informe. Las páginas web son inexistentes o son fijas y sin «mantenimiento». Es una distancia social que marcan y que cada racó, o filá-comparsa en el caso de los Moros y Cristianos, los distancia a su vez entre ellos, convirtiendose en rivales y a las asociaciones municipales y comisiones en el «enemigo». Un ejemplo claro se vive cuando la entrega de galardones a las hogueras, cuando pocos están satisfechos con los premios recibidos y ven complots en las votaciones. Todos estos detalles se viven cara al interior, y no son visibles al público, que sólo ve fiesta y diversión en estas maravillosas Fogueres de Sant Joan de Alacant.