No es nuevo que el PSOE sufra cambios “extraños” en su política general. Ya añadió su fundador, Pablo Iglesias, aquel famoso 13º “mandamiento”, que no era otro que “amoldarse a las circunstancias de los tiempos” y con esta premisa, poder manipular los anteriores conceptos firmados por los fundadores. Así de pronto recuerdo su famoso lema pre-electoral, cuando la UCD se desmoronaba, que clamaba por las calles de toda España: “OTAN NO, BASES FUERA”, importante para ganar sus primeras elecciones, junto a otros planteamientos que “cumplieron luego o no”, y que varió sorprendentemente su opinión para el referéndum de la OTAN radicalmente a un “SÍ A LA OTAN”, algo que, a pesar de mi corta edad, me marcó para decidir a convertirme en apolítico o quizás debería decir “antipolítico”, por que nunca he encontrado actuaciones de este “gremio” exentas de interés personal, observando la mayoría de las veces una clara manipulación de los ciudadanos.
Quizás resulta inevitable que político y corrupción sean conceptos inseparables. No significa que un político sea de por si un malvado y frío calculador y que por ello corrompe al resto, más bien todo lo contrario, que es la Política la que convierte en corruptos a personas honradas, esas mismas que inician sus carreras decididas a cumplir su compromiso con la sociedad. Las continuas decisiones que se deben tomar chocan siempre con intereses. Una decisión política no se mide por el sentido común o por el beneficio general que pueda resultar, sino por y para que la maquinaria del Sistema siga funcionando. En el video Susana Díaz lo dice bien claro, aunque hace lo posible para que se la entienda poco.
“A la tercera va la vencida”, y por tercera vez el PSOE se encuentra en el terrible dilema de decidir si el Sistema “continúa”, admitiendo a una fuerza minoritaria (aunque sea contraria) en el Poder, o mantenerse firme en los conceptos que prometieron a militantes y votantes. Así que lo más práctico ha sido “montar” el absurdo espectáculo de retirar a su cabeza visible, de “cortar la cabeza” de Pedro Sánchez, único escollo para el Partido que justificaba o mejor dicho, evitaba mantener el Sistema y el tramposo resultado de la Ley Electoral vigente. Por que hay que hablar claro: que en una Democracia gobierne una Fuerza que ha sido votada por 4/6 millones de personas (casi 30 de votantes), en un país de casi 48 millones, no me parece muy democrática. Pero el jefe en la sombra (Felipe González y los de su generación) mandan y, sacrificar al portavoz de la negativa significa una continuidad de este Sistema, donde hay tantas cosas que mejorar. Con esta disyuntiva, el Presidente Rajoy está más cerca que nunca de renovar “papeles” por otros cuatro años.
César Metonio.