Cuando los vikingos se atrevieron a explorar más al sur del Canal de la Mancha, se encontraron una Península Ibérica dividida en reinos cristianos (al Norte) y musulmanes (al Sur). La estrategia seguida en los reinos de las Islas Británicas y la franja costera occidental europea les proporcionaba una experiencia que los convertía en temibles adversarios. A finales del siglo VIII tomarían contacto por primera vez con el norte cristiano, pero no mandarían expediciones militares hasta mediados del siglo IX hacia el Mediterráneo, siendo rechazados todos sus intentos por establecer colonias, sencillamente porque todo el territorio peninsular estaba perfectamente preparado para cualquier tipo de ataque, viniese de los reinos vecinos o del exterior.
En el Museo Arqueológico MARQ de Alicante se exhibe una colección de piezas de esta cultura de guerreros del Norte, los Vikingos, que ha sido visitada por casi 80.000 personas. Desde mayo del 2016 se pueden ver, en salas distintas, objetos provenientes del Museo Nacional de Dinamarca. En la Sala I se expone “el arte de la navegación”, base fundamental para el éxito de sus campañas, sus rutas de comercio y comunicación, y las características de sus guerreros. En la Sala II se pueden ver objetos que nos hacen comprender su complejidad social, a través de sus herramientas, monedas y ornamentos hallados en diversos puntos de expansión. En la Sala III entraremos en su enigmática religión, fascinante en contraste con el monoteísmo que ya estaba arraigado en todo el Continente. Si todavía no habéis ido, las colecciones se exhibirán hasta marzo del 2017.
La perspectiva de un museo no debe estancarse en la simple exposición de objetos de un determinado periodo temporal de la Historia. Es por ello que el Museo del MARQ resulta tan atractivo y atesora distintos Premios internacionales, pues ofrece diferentes ángulos de visión y también su repercusión en la Provincia de Alicante, a través de la exposición de la cultura mostrada y de lo hallado en este suelo. Un museo interactivo nos muestra y también nos explica, para un mayor conocimiento de nuestra Historia. Según numerosos registros escritos, entre los años 858 y 861, las costas alicantinas sufrieron el ataque de una gran flota vikinga, eligiendo la ciudad de Uryula (Orihuela) como objetivo de conquista, por entonces capital musulmana de la Cora de Tudmir. Tras largas semanas de asedio, continuaron su camino en busca de otros objetivos. En el MARQ encontramos lo que estos vikingos encontraron en estas tierras y en aquella época remota, una magnífica oportunidad de comparar culturas, aunque no fuese un contacto nada amistoso.
Toni Ferrando.