Las ciudades del interior de la Península compiten año tras año con las de la costa por atraer el Turismo sin gozar de la oferta más recurrida: el Sol y la Playa. En un país que recibe 70 millones de turistas extranjeros al año, sólo igualado por los franceses, y con miles de kms de playas resulta difícil. Pero año tras año se sigue incrementando el número de visitantes y no es precisamente la playa el destino, sino que se dirige a ciudades como León, que mantiene durante todo el año una magnífica agenda cultural y de ocio.
El patrimonio monumental y arquitectónico de León ya es un atractivo interesante que visitar. Una histórica capital de la Comunidad de Castilla y León, con una impresionante catedral gótica, que ha sido durante siglos el icono inconfundible de la Ciudad. También son de admirar edificios más antiguos todavía (siglo XII), como es el Convento de San Marcos y la Basílica de San Isidoro, símbolos del Románico y del periodo de los reyes leoneses, cuyo panteón se encuentra en dicha iglesia.
Pero León está repleto de construcciones y arte de muchas épocas. Resulta significativo que en esta ciudad encontremos una de las pocas obras del genio Gaudí fuera de Cataluña (sólo hay tres), así podemos contemplar la Casa Botines, con remarcado modernismo y aires góticos construido entre 1891-92.
A principios de este año se declaró a León como Capital Gastronómica Española del Año, y qué mejor pretexto para visitar la ciudad y sus maravillas, que para probar la amplia oferta gastronómica que restauradores y bares con cocina tradicional tiene preparado para el deleite del paladar. Si decimos que la tradición gastronómica de León está muy vinculada a la zona del Bierzo, comarca vecina, ya doblamos el interés, pues los productos elaborados en dicha área gozan de la más alta puntuación internacional y de una Denominación de Origen única, como el famoso botillo del Bierzo. Pero además os recomiendo que probéis toda la gama de embutidos, que a modo de tapa, os pueden servir en numerosos locales de la ciudad. La morcilla, el picadillo de chorizo y la deliciosa cecina de León, son de obligada cata.
Los vinos con Denominación de Origen son los del Bierzo y los de Tierras de León. Para los que gustan menos del alcohol, preparan una limonada típìca de lo más refrescante para las fechas veraniegas. Los platos tradicionales son de peso, con ricas legumbres y hortalizas de la tierra: puerros, fresno, pimientos, etc., se preparan ricas sopas y platos más contundentes, como el cocido maragato, el lechazo asado, y si preferimos el pescado, la sopa de trucha o trucha frita.
La variedad gastronómica leonesa es amplia. Para la repostería son típicas las mantecadas de Astorga, los lazos de San Guillermo, los imperiales de la Bañeza, Nicanores de Boñar, las rosquillas de San Froilán y un dulce etc. Pero la oferta leonesa de este año no será dirigida exclusivamente a los productos y platos típicos, sino que se va a tener en cuanta a la “Nueva Cocina”, con concursos de tapas y otras actividades creativas de la gastronomía en general. Para el tapeo, nos es imprescindible visitar el Barrio Húmedo, donde se concentran numerosos bares en el ambiente más propicio para una visita gastronómica. Existen numerosas webs para conocer los mejores restaurantes y locales de León, además de una amplia oferta hotelera para alojarnos, pues resulta un destino muy atractivo para pasar unas vacaciones tanto en familia como en grupos de amigos.