21 millones de seguidores en las redes sociales no lo consigue cualquiera, y es porque Taylor Hill es más que una Top Model internacional, es más que un cuerpo bonito. El pasado mes de Noviembre, en Madrid, recibió el Premio Mujer 2022 (Woman Awards) con tan sólo 26 años, premio que otorga desde hace seis años la revista WOMAN madame.
La revista WOMAN aprovechó su 30 Aniversario para ofrecer una gala estraordinaria y reconocer también la labor de diseñadores, artistas y creadores en general, vinculados al mundo de la Moda, Cultura y Deporte o dedicados a las causas benéficas. Ofreció también otros galardones, con un total de 10 categorías y 12 premiadas, destacando a otra profesional, esta vez española, Nieves Álvarez, por su carrera como periodista y modelo internacional.
Este tipo de eventos son de lo más necesarios, por que incentivan a los profesionales a crearse metas, a seguir trabajando con gran interés y dedicación, además animan al público a conocer mejor la cara humana de todas estas personas que desfilan por las pasarelas, o aparecen en esas fantásticas fotos de las revistas de moda o artísticas en general.
Taylor Hill se sintió atraída desde niña por el mundo del posado artístico y los desfiles de moda. Es natural de Palatine, en el estado de Illinois, una pequeña villa estadounidense, aunque su familia se trasladó a Arvada, Colorado, durante su infancia. Reconoce que sufría una gran timidez y miedo escénico, pero sus amigas de siempre la ayudaron decisivamente a perder su miedo. Nació en 1996 y con tan sólo 13 años ya despertó el interés de Jim Jordan, fotógrafo y agente de modelos, viendo en ella un gran potencial artístico. Taylor vio en dicho interés una razón fundamental para madurar, pues su condición de precocidad: su gran altura y delgadez, no agradaba a los demás niños de su escuela de Secundaria, sufriendo incluso acoso escolar.
Tras sus años de aprendizaje y mejora artística, y sus primeros desfiles, abandonó los estudios a los 16 años para dedicarse profesionalmente, y en 2013 estuvo incluida en el catálogo de la firma Intimissimi, despegando a una carrera meteórica. En 2016 ya era una de las modelos mejor pagadas del mundo. Entre sus pasarelas más espectaculares, ha desfilado hasta cinco veces para Victoria´s Secret. Ha trabajado para todas las firmas más importantes del mundo. Actualmente trabaja en las campañas de alta joyería Messika, Moda de Carolina Herrera, Chanel o Max Mara. De ser una chica tímida y acomplejada por el acoso escolar, ha pasado a estar considerada como una mujer admirada y de gran carisma, sabiendo superar adversidades. En su discurso por el galardón, dio cuenta resumida de su vida pasada aconsejando a las niñas: «Ser ellas mismas y que nunca tengan miedo. Yo tuve miedo al principio, pero luego me lo he pasado muy bien».
Damos un salto generacional para conocer a la otra galardonada, Nieves Álvarez, de 48 años de edad y de una presencia y belleza envidiable. Isabel Díaz Ayuso le entregó el Premio Especial por el 30 Aniversario. Curiosamente su carrera profesional coincide con el tiempo que lleva esta revista en activo. Natural de Madrid, compagina su profesión de modelo con la de presentadora de televisión (Sólo Moda y Flash Moda) y diseñadora. En algunas entrevistas vemos que, lo mismo que ocurrió a Taylor, la vida no es un camino de rosas, y Nieves pasó por algunos problemas de anorexia, un mal común de todas las modelos y que se combate firmemente desde hace años.
La carrera de Nieves comenzó tras ser finalista en 1992 en el concurso de la firma parisina Elite Look “of the Year”. A partir de ahí desfilaría para firmas reconocidas internacionalmente, como Dior, Hermés o Armani. En España ya es famosa desde hace años por sus apariciones en programas de televisión, admirada y querida por su gran simpatía. Presenta desde el año 2017 los concursos de la canción Eurovisión como portavoz de las votaciones españolas.
Me parece fantástico que se reconozca la labor de todos estos profesionales, y en lo que toca a la Moda, a las Top Model, que siempre vemos como a “muñequitas entre algodones”, pero que son personas que se han esforzado en la vida y pasado dificultades como todos. En estas dos «mujeres de bandera» debemos reflejarnos, no sólo como modelos físicamente, sino como seres humanos completos, con sus sueños y mismas necesidades que todos tenemos, y ver en ellas que es posible alcanzar las metas que nos marquemos.
