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Cuando nos acercamos por mar a la isla de Mallorca, en dirección a la Bahía de Palma, el primer edificio que destaca es la Catedral de Mallorca (35) con sus “agujas” góticas apuntando hacia el cielo. Luego, ya de más cerca, podemos contemplar un edificio de lo más espectacular erigido en una zona privilegiada de la ciudad, asomando imponente tras las murallas romanas y renacentistas. Esta catedral es la construida más al Este del territorio nacional. Se construyó sobre la gran mezquita, cuyos últimos restos todavía se conservaban hasta su destrucción total en 1386.
La Catedral de Mallorca se inició en el año 1229, consagrándose a Santa María en 1346. A la inauguración asistió el rey Jaume III, que sería enterrado en la misma, junto a su antecesor Jaume II en el presbiterio. Al estilo Gótico Levantino, se fueron añadiendo elementos arquitectónicos hasta 1601. Cabe destacar una importante intervención efectuada por Antoni Gaudí a principios del siglo XX que le dio el aspecto definitivo y toque modernista actual. Mide 121 m de largo por 55 m de ancho. Su bóveda alcanza los 45 m de altura, siendo la segunda más alta del mundo gótico por unos escasos 2,5 m. Su gran rosetón es también uno de los mayores del gótico, con 150 m2. Una catedral imponente como pocas.
La Catedral de Cuenca (36) se inició con el importante apadrinamiento de Leonor de Inglaterra, esposa entonces de Alfonso VIII de Castilla, y que mandó construir la obra en el año 1196. Se trata de la primera, junto a la de Ávila, catedral al estilo gótico de Castilla. Se dio por concluida en 1257. Con los siglos, fue añadiendo elementos renacentistas, barrocos, y neogóticos. Su fachada principal es realmente espectacular. Su claustro es obra de Juan de Herrera del año 1576 para sustituir el original del siglo XII. Pertenece al complejo del casco antiguo de Cuenca, declarado como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
La Catedral de Teruel (37) es una de mis favoritas, precisamente porque ella sola merece una atención arquitectónica “especial”. Es la única catedral que nos queda completa al estilo Mudéjar, aunque la Catedral de Tarazona (38), también aragonesa, y que contiene elementos de este estilo, pero no es completamente mudéjar.
Si vemos la Catedral de Teruel en una fotografía supondremos que se trata de una edificación moderna y de proporciones “medianas”. Y es porque esta arquitectura al estilo Mudéjar se anticipó a corrientes muy posteriores en el tiempo y que luego formarían parte incluso de conceptos constructores, como “orgánico”, “Áureo”, “fusionarse” en el espacio y entorno, etc. A pesar de sus gigantescas proporciones, no inspira “temor”, más bien todo lo contrario, sus formas y colores son cálidos y “hospitalarios”. Comenzó su construcción al estilo románico en 1171 pero fue añadiéndose elementos mudéjares hasta la terminación de su torre en este estilo en el año 1257.
Con el aspecto actual, el Papa Luna la elevo a Colegiata en 1423. Siempre por etapas, con materiales en piedra, ladrillo y yeso, se terminó en 1538. Se convirtió en sede catedralicia en 1587. Conserva su techo interior de madera que, a pesar de su impresionante decoración, no es solo decorativo, sino que cumple con su función de sostén de la techumbre. La portada está catalogada como Neomudéjar, obra de Pablo Monguió, que la construyó en 1909 al estilo modernista, un estilo que se inspiró precisamente en lo mudéjar. Está declarada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1986.
De Norte a Sur, nos adentramos en el Gótico Valenciano del siglo XIII a través de la Catedral de Segorbe (39) y de la Concatedral de Castellón de la Plana (40). La de Segorbe se consagró en 1534 y no posee ni cúpula ni crucero. La razón fue que se inició como “iglesia fortaleza”, adosada a la muralla defensiva de la villa, así que se planificó como una sola nave con torre campanario, pero también vigía, cumpliendo una labor religiosa y militar, típico de la arquitectura valenciana hasta bien entrado el siglo XVI. Sin elementos típicos que encontramos en las demás catedrales, la de Segorbe posee un atractivo único, con un claustro de dos plantas y de planta trapezoidal, como el campanario, construidos entre el XIV y el XV.
La Concatedral de Castellón se trata de una reconstrucción llevada a cabo en 1940 del templo que se inició en el siglo XIII y que fue destruido en varias ocasiones (incendios, terremotos) hasta su demolición en la Guerra Civil. La añado por su curiosa torre del campanario “El Fadrí” (60 m de altura), que se situó alejada del complejo catedralicio, algo poco corriente en las iglesias.
Algunas catedrales merecen un post ellas solas, y es lo que ocurre con la Catedral de Valencia (41), un edificio histórico de singular belleza y que reúne elementos de los últimos 2000 años al menos. La construcción que se ve actualmente se inició en el año 1262 sobre lo que fue la gran mezquita, situada ésta sobre lo que fue un templo cristiano visigodo, a su vez y anteriormente, un templo romano dedicado a Júpiter o Diana. Es más que probable que antes hubiese un templo íbero en ese espacio, lo que podría situarnos al siglo III a. de C. como mínimo. Las columnas del templo todavía se pueden visitar, pues se conservan en el Museo de la Almoina, junto a la catedral.
Su estructura principal se fue erigiendo entre los siglos XIII al XV y por ello resulta el románico y el gótico valenciano como los estilos más representativos de la obra, pero se fueron añadiendo elementos con los siglos, así que podemos identificar estilos como el renacentista, barroco y neoclásico hasta el siglo XVIII. Con sus 5.000 m2 es una de las catedrales más grandes de España. Durante el XV se enriqueció de manera espectacular, así consiguió una de las reliquias más apreciadas del Cristianismo, el Santo Cáliz (Grial), donado por el Rey Alfonso el Magnánimo en 1437. También tenemos la mayor colección del Quattrocento, donada por el entonces cardenal Rodrigo de Borja en la segunda mitad del siglo XV. En 1492 la catedral sería elevada al rango de Catedral-Basílica Metropolitana por el Papa Inocencio VIII.
Su famosa torre campanario “el Micalet” se construyó entre el año 1381 y 1425. Mide 70 m de altura y se construyó en principio algo alejada del cuerpo de la iglesia, pero las sucesivas ampliaciones y reformas terminaron por fusionarla. En la Puerta de los Apóstoles se reúne cada jueves el más antiguo tribunal de Europa, el Tribunal de les Aigües. En esta catedral están enterrados personajes ilustres de la Historia Valenciana, como el poeta Ausíes March, religiosos como San Luis de Tolosa (1297), Santo Tomás de Villanueva, numerosos obispos y arzobispos. También hay miembros de familias reales, como el Infante Don Alfonso, hijo de Jaime I, y Jaime IV de Mallorca estuvo enterrado hasta principios del siglo XX.
En la provincia de Alicante encontramos el mismo fenómeno que en Castellón, donde la sede catedralicia se situó primeramente en otra localidad histórica para más recientemente compartir las competencias. Así encontramos que la sede se dispuso en la Catedral de Orihuela (42) en el siglo XIII sobre restos de la mezquita, que a su vez se dispuso sobre el solar de un templo visigótico. Durante más de dos siglos se mantuvo esta iglesia con un rango superior a las demás de su villa, pero no sería hasta el año 1564 que no se elevaría a rango de Catedral (por petición de Felipe II) por encontrarse en una encrucijada territorial entre Castilla y Aragón, que chocaban con las configuraciones diocesanas, es decir, la pertenencia o no de Orihuela a la diócesis de Cartagena, algo que en la práctica no fue nunca admitido, ya que correspondían a distintos territorios políticos.
Entre los siglos XIII y XIV se construyeron al estilo gótico valenciano partes de la torre, portada de las Cadenas y las naves de bóveda gótica. A partir de esta configuración se fue erigiendo el complejo catedralicio hasta una última ampliación efectuada en el siglo XVIII. El bello claustro, por ejemplo, se construyó entre 1558 y 1560, al estilo renacentista.
La Catedral de Murcia (43) posee la segunda torre campanario más alta de las catedrales de España, con 98 m de altura (con la veleta). Su sede representa a la Diócesis de Cartagena, una controversia que todavía hoy suscita la polémica, pues se trasladó a esta ciudad sin estar muy claras las disposiciones papales, en una época cuando se confundían las competencias religiosas y las políticas territoriales. Murcia y Cartagena fueron valencianas por conquista, pero Cartegena unos años más, hasta 1300 (por eso Orihuela pertenecía a dicha diócesis, por ejemplo), pero en 1301 se intercambió por Elche con Castilla. Durante el siglo XIV siguieron combatiendo contra el reino de Granada, guerra que hasta 1392 sucedía casi siempre en suelo murciano, algunas veces en Almería (Granada) o hasta Orihuela (Valencia), dependiendo de la fortaleza de los ejércitos, pero hasta la anexión de Granada en 1492, nunca estuvo totalmente clara la situación. De modo que la ciudad de Murcia alberga la catedral desde 1291 con idea de proteger la diócesis carthaginensis de la guerra, pero se quedó de forma definitiva. Así que su templo mayor, la Santa María, mandada consagrar por Jaime I en 1266 siendo mezquita, se convirtió en Catedral de Santa María en 1291. En 1337 se comenzó a construir un bello claustro anexo a lo que era la mezquita y se emprendieron obras para la ampliación del templo, algo que sucedió por etapas hasta 1465.
Se distinguen los estilos gótico, renacentista y barroco en esta fabulosa catedral. Durante el siglo XVIII se embellecieron elementos al estilo rococó, dándole el aspecto actual de grandiosidad y elegancia, sobre todo en la torre, donde se asientan hasta 20 campanas de distintos tamaños, hasta hace poco, conservando una del siglo XIV. Ahora casi todas son del siglo XVIII y XIX.