La Catedral de Zamora (22) se construyó en poco más de dos décadas, algo poco usual en el siglo XII. Según la documentación, sus cimientos se colocaron en 1151 y se consagró en el año 1174. En otra fuente se habla de cimientos ya en 1139, aunque su construcción se inició años después. Se utilizó el mismo espacio donde anteriormente se levantaba otro templo cristiano. Tenemos una catedral completa al estilo Románico, de la que solamente se sustituyeron los tres ábsides por una cabecera gótica en el siglo XVI. Destaca su cúpula de gallones revestida de escamas de piedra, con clara alusión al estilo bizantino, elementos que muchos arquitectos de la época solían incluir, y que dieron paso al gótico temprano. Su Portada del Obispo es realmente espectacular.
La Catedral Vieja de Salamanca (23) se construyó entre los siglos XII al XIV en los estilos Románico y Gótico. Está consagrada a Santa María y ya se dio por concluida en 1236, aunque nunca se paró de enriquecerla con elementos nuevos. En el siglo XVI se pensó en su abandono y se inició la construcción de una nueva catedral, pero dicha construcción sufría continuados retrasos, así que la Vieja siguió siendo sede hasta bien entrado el siglo XVIII. De la Vieja destaca su cimborrio, apoyado en cuatro pechinas, construido en el año 1150. Todo el estilo en la zona del Duero está muy influenciado por los franceses que se asentaron en dicha época, y los artistas constructores que vinieron a levantar iglesias y catedrales a la Península.
La proximidad de la Nueva Catedral de Salamanca (24) obligó a la eliminación o “encubrimiento” de elementos de la Vieja. La Nueva se terminó sobre el año 1733, y durante los siglos transcurridos se ha convertido en “dos sedes en una”, con una riqueza acumulada con más de ocho siglos entre ambas. La Vieja está declarada como Patrimonio Histórico de España desde 1887 y ambas son Patrimonio de la Humanidad desde 1998, formando parte del casco antiguo de la Ciudad. También es la segunda catedral más grande de España por dimensiones, con un campanario de 110 metros de altura, siendo también de los más altos. Posee 24 capillas dedicadas. Los estilos van desde el gótico tardío, renacentista y barroco, con numerosos detalles mudéjares.
Su nave principal mide 52 m de largo por 9,20 de ancho y 16,70 m de alto. Cada nave lateral mide 50 m de largo por 5,50 de ancho y 11,20 m de alto respectivamente. El claustro es compartido por ambas catedrales y se trata del original construido en la segunda mitad del siglo XII.
La Catedral de Valladolid (25) fue en su día, a finales del siglo XVI, un proyecto ambicioso nada menos que del maestro Juan de Herrera, el “Arquitecto” renacentista que construyó el Escorial bajo las órdenes de Felipe II. La muerte de ambos protagonistas ralentizó tanto las obras que se encuentra inacabada a día de hoy, con menos de la mitad del proyecto realizado. Al estilo herreriano, barroco y churrigueresco, se construirán por América y Filipinas muchos templos inspirados en ésta de Valladolid. De todos modos, aún inacabada, se considera una gran obra maestra y Patrimonio Histórico Nacional desde 1931.
Merece también mención en esta ciudad la Colegiata de Santa María la Antigua (26), edificada a finales del siglo XI, fue sustituyendo una más anterior y, al sistema de “derribo y construcción nueva”, se fue terminando por etapas. Por eso muestra el campanario de estilo románico más alto de España, rondando los 50 m de altura (en Segovia hay otra de altura similar), su pórtico también románico, con cuerpo y elementos al estilo gótico y neogótico, pues se levantaron en el siglo XIV. A principios del siglo XX se intervino profundamente para darle el aspecto actual. En su subsuelo aparecieron restos arqueológicos que abarcaban desde el primitivo asentamiento romano (siglos I-III) hasta la Edad Media.
En su origen, la Catedral de Ávila (27), se ideó para que formase parte de la muralla defensiva de la Villa. Se considera la primera catedral gótica de España y se construyó sobre los restos de un templo mozárabe a finales del siglo XI. Por etapas, se culminó a finales del siglo XV. Se tiene al maestro Giral Fruchel como proyectista y constructor y, por esta influencia, la traslación de los estilos del románico al gótico (protogótico), ya presente en catedrales francesas. El reloj mecánico de Juan Guas se instaló en el año 1475. El altar mayor se atribuye a Pedro Berruguete ya a principios del XVI. Su conservación forma parte de esta ciudad amurallada, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO desde 1985, precisamente por conservar en excelente estado su ciudad medieval.
En pleno periodo renacentista se erigió la Catedral de Segovia (28), pero al estilo gótico, siendo una de las más tardías en este estilo arquitectónico de Europa. Se construyó entre los años 1525 al 1577. Se la conoce como la “Dama de las Catedrales”, por su elegancia y grandiosidad. Sustituyó a la antigua Catedral de Santa María destruida, un templo del siglo XII, en la guerra de las Comunidades en 1521. La actual mide 109 m de longitud por 50 m de ancho y sus bóvedas alcanzan los 30 m de altura. Su torre se eleva a casi 90 m de altura.
Aunque existen templos que se remontan hasta el siglo XII, con su torre mudéjar, en la zona más antigua de Madrid, la Catedral de la Almudena (29) es la obra religiosa más grandiosa de la capital. Se construyó a lo largo de un siglo, entre 1883 y 1993. Muestra los estilos Neoclásico en el exterior, Neogótico en el interior y una bella cripta Neorromántica. El origen de esta catedral, no obstante, se remonta a un templo dedicado a Santa María de la Almudena, situado a pocos metros, en el periodo tardomedieval, y que desapareció en 1868 por los planes urbanísticos de la ciudad. Construida en granito, tiene 4.800 m2 de superficie, siendo una de las más grandes de España, con 82 m de largo su nave central, un crucero de 68 m, 12,5 de ancho más dos laterales de 6 m. Su cúpula mide una altura de 72 m y posee dos torres de 60 m de altura.
La Catedral de Toledo (30) es conocida también como Catedral Primada de España. Se comenzó en 1226 y terminó en 1493 al estilo gótico. Está declarada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO como elemento de la Ciudad Histórica de Toledo. Mide 120 m de largo por 59 m de ancho (7080 m2 totales) y su punto más alto se eleva a 92 m. Una inscripción conservada en su claustro sugiere que la actual catedral sustituye a la conocida catedral visigoda del siglo VI, entonces la más importante de la Península. Son famosos en la Historia los sucesivos Concilios de Toledo que se celebraron entre el año 397 y el 702. Poco después pasó a manos musulmanas pero subsistió una importante minoría mozárabe que se trasladó a otras iglesias (hasta 9 parroquias permitieron los musulmanes), pasando a ser sede episcopal la de Santa María de Alficén, ahora desaparecida. La actual se convertiría en Mezquita Mayor durante tres siglos. No es seguro, pero muchos expertos creen que algunos elementos de la actual coinciden con áreas de dicha mezquita. Una prueba de ello es la aparición de una columna islámica empotrada dentro de la capilla de Santa Lucía. Probablemente los constructores islámicos y luego cristianos aprovecharon materiales y elementos de los unos y los otros, incluidos visigóticos en sucesivas superposiciones. Hasta 1222 se mantuvo la mezquita-catedral (como ocurrió en Córdoba) que se conservó intacta cuando en 1085 pasó a manos de Alfonso VI.
Sin duda el subsuelo de esta catedral estará plagada de restos arqueológicos de suma importancia. Pero a la riqueza arquitectónica, se debe sumar también la artística y la histórica. Por ejemplo, encontramos una excepcional colección de ricos objetos históricos en su cámara del Tesoro Mayor, situada frente a la capilla mozárabe. En distintas criptas se encuentran los restos mortales de reyes y personajes ilustres, reyes visigodos como Recesvinto (672) y Wamba (688), Alfonso VII de León (1157) y otros reyes de León y Castilla, parte de la dinastía de los Tratámara, así como de Portugal, como Sancho II. El claustro está situado en el antiguo alcaná hebreo y se terminó en el año 1425. Posee una rica biblioteca ya desde sus inicios, pasando a ser en el siglo XVIII una de las más importantes de España.
También con pasado visigodo encontramos la Catedral de Coria (31), en cuyo solar se levantaba la primitiva sede episcopal de lo que hoy en día es más o menos la provincia de Cáceres, en cuya ciudad se levanta una concatedral. La de Coria consagrada a Santa María de la Asunción, pasó a ser mezquita mayor y luego una catedral de estilo románico. La actual se inició al estilo gótico en 1498, terminándose en el año 1748, unos años tan sólo antes del terrible terremoto de Lisboa de 1755 y que la dañaría seriamente. Al hallarse un mosaico romano (siglo I) en el claustro, se cuestiona la posibilidad de encontrarnos con el primer templo protocristiano (titulus) en suelo peninsular, y que dio lugar a los sucesivos templos construidos en el mismo solar hasta la actualidad.
Sorprende ver un torreón tan imponente en la Catedral de Badajoz (32), que comparte diócesis con la concatedral de Mérida. Aunque comenzó su construcción en 1230, su estilo es plenamente renacentista español. Su elemento más visible, la torre del campanario, mide 41 m de altura y unos 11 m inusuales de ancho, terminada entre los siglos XV y XVI. La catedral en su conjunto no se terminaría hasta el siglo XVIII. Posee un gran patrimonio artístico e histórico. Por ejemplo, en esta sede se realizaron hasta cinco bodas reales.
La Concatedral de Guadalajara (33) comparte diócesis con la de Sigüenza. Se trata de uno de los pocos ejemplos que se conservan de una gran construcción al estilo mudéjar. Se erigió entre los siglos XIII y XIV. Está declarada como Patrimonio Histórico de España desde 1941.
La Catedral de Sigüenza (34) se comenzó al estilo románico en el año 1144 para culminarse en 1326 al estilo gótico. A lo largo de los siglos se han ido añadiendo elementos con los estilos de cada época, así tenemos detalles neoclásicos y barrocos a lo largo de su fachada, tres ventanas platerescas, etc.
La Torre de las Campanas tiene una altura de 40,5 m y la de la izquierda 41,7 m, terminándose la primera en el siglo XIV y la segunda en el siglo XVI. En el interior existen numerosos elementos de bella factura, como la Puerta de la capilla de la Anunciación, terminada en el año 1515.