Gran parte de las catedrales e Iglesias españolas están asentadas sobre los cimientos de templos visigóticos e incluso anteriores. La cultura andalusí aprovechó elementos de dichos templos para construir sus mezquitas y éstas se reformaron o sustituyeron por las actuales, en un periodo que, como en los casos de Barcelona y Valencia, nos remonta a 2000 años de antigüedad, construyéndose templos religiosos en un mismo solar.
Hemos tenido la fortuna de conservar numerosos ejemplos arquitectónicos de todos los periodos culturales y sus estilos en nuestras catedrales. En el primer post dedicado a las catedrales ya os comenté sobre la grandiosidad de las catedrales de Córdoba y Sevilla, de las más estudiadas del mundo, así que seguiremos el periplo por Andalucía obviando ambas, aunque os comparto imágenes de las mismas.
Comenzamos por la Catedral de Almería (44), que es la única catedral construida en el siglo XVI que combina templo y fortaleza. Se comenzó en el año 1524 al estilo gótico tardío, y se finalizó en 1562 con elementos renacentistas. Las revueltas moriscas y los ataques de piratas berberiscos, obligaron a su diseño como fortaleza, añadiéndose almenas, torreones, contrafuertes y muros bajos para soportar los posibles ataques con artillería.
En el mismo periodo constructivo que la de Almería se erigió la Catedral de Granada (45), pero en estilo renacentista y barroco, con intervenciones muy importantes del revolucionario arquitecto Alonso Cano en el siglo XVII. Mide 116 m de largo por 67 m de ancho y, aunque se cree que fue consagrada en 1561, al no conservarse la documentación del hecho, se volvió a celebrar dicha consagración en el año 1946.
Anexa a la catedral, se encuentra la Capilla Real, donde reposan los restos de los Reyes Católicos y sus inmediatos herederos Juana de Castilla, Felipe el Hermoso y un nieto fallecido siendo pequeño, Miguel de la Paz de Portugal.
La Catedral de Jaén (46) se levantó en sustitución del anterior templo del siglo XV, que a su vez sustituyó a la mezquita aljama, manteniendo numerosos elementos hispano-árabes. En 1368 se tuvo que reconstruir por completo al estilo gótico. De forma que en el mismo solar se fueron construyendo sucesivamente templos desde 1249 hasta 1724, año en que se consolida su aspecto actual al estilo renacentista, barroco y neoclásico.
Mide 100 m de largo por 70 m de anchura, con dos torres idénticas a los laterales que le confiere una estampa de gran belleza. De hecho, sirvió de modelo para la construcción de iglesias y catedrales en la Península y todo el ámbito hispanoamericano. Por este detalle, se solicitó a la UNESCO la concesión como Patrimonio de la Humanidad en el año 2008.
La cúpula del crucero se encuentra a una altura nada menos que de 50 m. En el interior de la catedral se custodia el Santo Rostro o Verónica, una reliquia muy venerada. También es una de las pocas catedrales en el mundo que posea una tumba papal, la de San Pío I, que vivió en el siglo II, el 10º papa de la iglesia católica, restos donados por el papa Pío VII en 1793.
Pero en la misma provincia de Jaén se encuentra otra catedral que si está declarada como Patrimonio de la Humanidad desde el año 2003. Se trata de la Catedral de Baeza (47), que tuvo una breve existencia como sede catedralicia (1227-1249), hasta que se trasladó a la capital Jaén. Situada en el solar de una antigua mezquita, según la tradición, fue consagrada en el año 1147, para volver a ser mezquita poco después y de nuevo templo cristiano en 1227 cuando Fernando III conquistó definitivamente la ciudad. La que vemos en la actualidad se comenzó al estilo renacentista plateresco en 1529 para terminarse a finales de dicha centuria.
Joya renacentista española es la Catedral de Málaga (48). Su construcción se prolongó desde el año 1528 hasta 1782, quedando inconclusa por falta de fondos. Por ejemplo, se proyectaron dos torres, pero sólo se pudo terminar la actual, de casi 85 m de altura, superada sólo por la Giralda. Posee tres bóvedas de 41,79 m, las más altas de toda Andalucía, y sólo es superada en España por la Catedral de Palma. La sillería de su bello coro se talló a lo largo de la segunda mitad del siglo XVII.
Derruida en Cádiz la primitiva catedral (siglo XIII) en 1596 por un ataque conjunto de una escuadra anglo-holandesa, se proyectó una nueva un siglo después, ante una reconstrucción insatisfactoria de la primera. La nueva Catedral de Cádiz (49) se comenzó en el año 1722 y se terminó en 1838 en los estilos barroco, rococó y neoclásico. Se construyó no muy lejos de la anterior, así que se pueden contemplar ambas, pasando la vieja a parroquia cuando se terminó ésta.
En la misma provincia de Cádiz se encuentra la Catedral de Jerez de la Frontera (50), un imponente edificio monumental cuyo campanario está separado del complejo. Se construyó entre los siglos XVII y XVIII y es de las catedrales más “modernas” de España, ya que ostenta el título desde 1980 por bula de Juan Pablo II. Dos años antes sería consagrado el templo a la Transfiguración del Señor. Se observa en su construcción una clara estructura de estilo gótico, para luego completarse a los estilos barroco y neoclásico, por eso su aspecto solemne pero “atrevido”, por la presencia de contrafuertes y arbolantes exteriores. Curiosamente, el templo alberga la sede de la primera parroquia de la ciudad, del año 1265, llamada “del Salvador”. Se cree que el campanario separado se construyó sobre el antiguo minarete de la antigua mezquita aljama, pues parte del mismo está construido al estilo gótico-mudéjar y su parte superior finaliza al estilo barroco.
El único templo de estilo Románico que existe en Andalucía es la Iglesia de San Lorenzo de Córdoba (435). Construida entre 1244 y 1300, podemos observar la transición entre dicho estilo y el gótico. Está declarada como Bien de Interés Cultural (BIC) desde 1985.
Por una inscripción encontrada en una lápida, los expertos datan la construcción primitiva del templo sobre el siglo X en forma de mezquita que, tras la conquista cristiana, se transformó en el actual templo. Conserva partes de dicha mezquita, sobre todo en su campanario, con la base y numerosos sillares del antiguo minarete, por ejemplo. En su interior se conserva también artesonados de estilo mudéjar.
