Las celebraciones centenarias suelen reservarnos grandes sorpresas pues no todos los días se cumplen cien años y la marca Lamborghini no quería ser menos, así que ha presentado recientemente un “super carro” que deja la boca abierta allá por donde aparece. El Lamborghini Centenario supera con creces el concepto de “bólido” futurista, al estilo que siempre muestra la marca italiana, pero con unos detalles en todo el vehículo que resulta sencillamente espectacular. Bien vale la pena un repaso a todo lo que han incluido en esta belleza sobre ruedas.
El Lamborghini Centenario LP-770 se presentó el pasado 1 de marzo del 2016 en el Salón del Automóvil de Ginebra. El nombre del modelo quiere homenajear al fundador de la marca, Ferruccio Lamborghini, que nació en 1916. De serie limitada a 40 unidades, la mitad serán descapotables. 20 unidades ya están vendidas a clientes “vip” de la marca, así que las posibilidades de conseguir este super deportivo se reducen a la mitad. El precio básico del Centenario ronda los 1.75 millones de euros y el descapotable sobre los 2 millones.
La línea de diseño del Centenario nos recuerda a modelos anteriores de la marca porque está inspirado en el Lamborghini Aventador, ya de por si agresivo de línea, pero mucho más que éste, tanto en su estampa frontal como trasera. Los alerones verticales y tres escapes de su parte trasera son exclusivos de este modelo y le proporcionan un genuino concepto visual que encontramos por primera vez en un coche fabricado en serie. Cada centímetro del Centenario alberga algún detalle distintivo, prueba definitiva del cuidado con que se fabricará cada unidad. Hasta la pintura, sobre una rejilla en forma de panal de abeja, pasa por un largo proceso de capas y secados donde un mínimo poro o defecto hace desechar la pieza completa por otra nueva.
Tanto el chasis como la carrocería son de fibra de carbono. El motor del Centenario resulta el más potente construido por la marca. Se trata de un V12 a 60º de 6.5 litros que desarrolla una potencia máxima de 770 CV a 8.250 rpm. Su Par motor máximo de 690 Nm a 5.500 rpm da cuenta del poderío tan impresionante que puede llegar a desarrollar. Pero además de potencia se ha logrado una aceleración asombrosa. A pesar de ser más largo que su antecesor Aventador, pesa 55 kgs menos y sus efectos aerodinámicos conseguidos con sus alerones funcionales delanteros y traseros, además de su difusor, le permite acelerar de 0 a 100 km/h en 2.8 segundos. De 0 a 200 km/h en 6.6 segundos y de 0 a 300 km/h en 23.5 segundos.
Las pastillas de cerámica (carbono) del Centenario le proporcionan un frenado en seco de 30 metros circulando a una velocidad de 100 km/h, frenado más que aceptable dados los 1520 kgs de peso del vehículo. Se tecnología en cuanto a la seguridad en la conducción también ofrece lo más avanzado en el mundo. La tracción total permanente es controlada electrónicamente para adaptarse a las situaciones de la carretera.
El interior del habitáculo resulta la perfecta fusión entre lo deportivo y el lujo, algo que los italianos saben diseñar con gran acierto. Los paneles de control están dispuestos en dos áreas de fácil visibilidad para el conductor: la informativa frontal y a la derecha, con su pantalla táctil y los mandos, para que siempre se tenga una mano sin soltar el volante. La consola central tiene 10.1 pulgadas y su manejo no es complicado. Los acabados están fabricados artesanalmente con los mejores materiales: fibra de carbono, metal, piel, tapizados de Alcantara, en fin, toda una fantasía hecha realidad para los amantes de los vehículos de cuatro ruedas, por cierto, en este caso neumáticos Pirelli PZero, fabricados especialmente para este modelo.