Desde Canadá nos tienen ya acostumbrados a interesantes Series de Televisión por su calidad y cantidad. Solemos confundirlas por producciones estadounidenses, sobre todo porque muchas productoras eligen este país para el rodaje, pero el mérito de su buen hacer debe ser reconocido sin confundirnos. Gran parte de los actores que debutan en estas series terminan trabajando en Hollywood, por eso los profanos piensan que se trata de series rodadas en Estados Unidos. Vikingos, Shadowhunters, Nikita, Los Tudor, Orphan Black, son sólo algunos ejemplos de producciones canadienses de éxito actuales, pero la lista es muy extensa tan sólo en esta última década. Se está emitiendo en España la serie Tin Star, protagonizada por uno de mis actores favoritos, Tim Roth, una serie policíaca y suspense que está ambientada en los frondosos y fríos bosques de la Alberta Canadiense, como no podía ser menos.
Puedo contar del argumento, pues ya se adelanta en los tráilers, que se trata de un policía londinense que se traslada a la jefatura de Policía de un pequeño pueblo de leñadores con su familia: su mujer y dos hijos. El pueblo no sufre ningún percance reseñable, más que los roces habituales con la fauna del entorno, hasta que una planta petroquímica decide instalarse en la zona. Es en ese instante cuando la vida apacible del Jefe Jim Worth (Tim Roth) cambia, o más bien debería decir, “retorna” a los tiempos más oscuros de su pasado en la capital inglesa. Ya en los dos primeros capítulos existe una lucha interna por alejar los fantasmas del pasado, algo que las circunstancias impiden, aunque reconozco que no entiendo demasiado la interpretación de este genial actor en momentos dramáticos puntuales. Supongo que será explicado a medida que avance la Serie. Desde luego, se trata de un personaje intrigante, que puede e intenta parecer pacífico y conciliador, pero me temo que más pronto o tarde, acabará por convertirse en ese Mr. Hide del que huyó hasta esas tierras inhóspitas. Como prólogo de la serie, aparece una frase que nos indica que un policía y un delincuente son dos personalidades psicológicas extremadamente cercanas y que ambos pueden cumplir perfectamente su papel en los dos bandos.
El director Rowan Joffe conduce la Historia de manera que nos resulte interesante y con ganas de ver el siguiente de los diez capítulos de que consta la Serie. Explota maravillosamente los espacios naturales, otorgando largas escenas visuales que valdría la pena ver en la gran pantalla. Incluye flash backs que carecen de sentido, pero a sabiendas que más adelante cobrarán la razón que explique el comportamiento de los personajes. Guarda cierto paralelismo con Twin Peaks según algunos críticos, pero a mi no me lo parece, de momento. Por ahora me está gustando, pues no es la típica historia del policía que se quiere retirar hastiado de la gran ciudad y de sus problemas y todo estalla por alguna circunstancia dramática, a lo Rambo.
La Compañía del Reino Unido Kudos Film and Television, con la supervisión de Matt Strevens, produce con participación canadiense. En el reparto vemos a dos actrices principales bellas y estupendas interpretando, como son Christina Hendricks y Genevieve O´Reilly (conocida en las dos últimas pelis de Star Wars). Me ha gustado mucho el papel de Abigail Laurie como hija del Jefe, destacando también los papeles de Oliver Coopersmith (el psicópata) y Sarah Podemski como ayudante del Jefe de Policía. El reparto en general resulta de lo más convincente. Comparto la puntuación de 7,3 que le otorgan los visitantes del índice IMDB, porque la intriga que transmite su protagonista al principio le hace parecer “sobreactuar”, y algunos matices que se pueden mejorar, pero en general es una serie que recomiendo: por momentos dura y dramática, espectacular por sus paisajes, y muy entretenida. Se prevé rodar una segunda temporada para el 2018.