En un momento en que los alemanes debaten sobre el motor eléctrico y caen en picado las ventas de los coches, parece que no afecta la polémica a las motos, pues el interés en este tipo de propulsión silenciosa no ha decrecido, quizás porque las baterías no suponen tanto problema como con los vehículos más grandes de cuatro ruedas. De manera que marcas como BMW no frenaron su proyecto de moto eléctrica, presentando hace unas fechas la BMW CE 02, una moto que reúne innovaciones tecnológicas con un diseño de vanguardia.
Aunque se inspira en el scooter CE 04 por su línea casi rectangular, la CE 02 exhibe un diseño muy diferente. Mide menos, pues su longitud es de 1.353 m, así que resulta más manejable y ágil para el ámbito para el que fue creada, la ciudad. Su asiento se alarga hasta un desnivel que coincide con los depósitos de las de combustión, para hacerla “más reconocible como motocicleta”.
Se fabrican ya en dos versiones, de 5 CV por 7425 euros, equivalente a los 49 C.C. y posibilidad de conducirla a los 15 años, y 15 CV de potencia, hasta entre los 8400 y 9408 euros para la Highline, equivalente a los 125 C.C. Para frenar esta potencia usa dos discos, uno delantero con ABS y otro trasero de 230 mm sin este sistema electrónico. Los neumáticos son de medidas 120/80 y 150/70 respectivamente.
Su motor eléctrico proporciona 11 KW de potencia máxima y velocidad punta de 95 km/h, la equivalente a 15 CV y a 125 CC que requiere de carnet A1/B+3. Alcanza los 50 km/h en 3 segundos. La versión equivalente a ciclomotor no supera los 45 km/h. Ésta pesa 119 kg, mientras su versión más potente pesa 132 kg.
La alimentación del motor está a cargo de dos baterías (una para la versión menos potente) extraíbles de iones de litio de 1,96 kWh cada una con cargador externo de 900 Wh en 5 horas al 100 %. Para “dominar” esta potencia, se dispone de dos modos de circulación: Flow y Surf, más un tercero opcional (Flash) y que ofrece precisamente mayor aceleración, frenada regenerativa, marcha atrás, sistema ASC (control de estabilidad) y RSC o control de tracción, con arranque por llave remota. Esto es lo que encarece más a la versión Highline. Para informarnos, disponemos de una pantalla de TFT de 3.5 pulgadas a color. Conectividad Bluetooth a través de la app BMW Connected App. Además dispone de un puerto USB-C. En cuanto a extras, hay una larga lista de accesorios, como alarma antirrobo, bolsas laterales, distintos asientos, maletero trasero, etc.
