Socotra significa en sánscrito “felicidad” (Shukadhara), y actualmente sirve para denominar una isla que se encuentra justo enfrente del Cuerno de África. Es conocida desde la más remota Antigüedad, pero no sería hasta el siglo XX cuando los botánicos cayeron en la cuenta de que alberga una Naturaleza sin igual en el mundo. Como si se tratara de un pedazo de continente africano separado en el Plioceno Medio (hace entre 5,3 y 2,6 millones de años), mantiene muchas especies únicas, alrededor de 700 catalogadas y que están en peligro de extinción. Desde el año 2008 está declarada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
Si el fenómeno botánico de la isla de Socotra se explicara como consecuencia de “la separación de parte del continente africano”, lo más lógico es que su biodiversidad se pareciese a Madagascar, un archipiélago mayor situado más al Sur, pero no es así, quizás debido a que las especies han tenido que adaptarse a climas muy distintos en todos estos millones de años transcurridos, creando una Naturaleza autóctona que no encontramos en ningún otro lugar. Por este motivo está considerada como una clasificación propia: ecorregión de matorral xerófilo de Socotra y perteneciente a la ecozona afrotropical, según la WWF (Fondo Mundial para la Naturaleza).
El Archipiélago de Socotra lo componen cuatro islas, cuya mayor ostenta dicho nombre, con Abd al Kuri, Darsa y Samha, mucho menores. El territorio se encuentra a 350 kms de la costa del Yemen, que la administra, aunque se encuentre mucho más cerca de la costa somalí, a tan sólo 250 kms del Cabo Guardafui. La isla principal está habitada por unas 45.000 personas, casi todas ubicadas en el Centro-Norte, en la ciudad de Habidoh (8.500 h.), que dispone de Aeropuerto a poca distancia. La isla tiene una superficie de 3.625 km2. La apertura del Aeropuerto en el año 1999 era sólo uno de los numerosos proyectos turísticos que el Gobierno Yemení estaba realizando, pensando también en la protección del Parque Natural, pero los numerosos conflictos en el Golfo Pérsico detienen siempre las intervenciones urbanísticas.
Las primeras noticias que se tienen de esta isla en Occidente se remonta al siglo I a. de C. por encontrarse en la ruta de exploración, al menos en tiempos de Tolomeo XI, ruta que buscaba especias y perfumes hacia Oriente. Es más que probable que se instalara una factoría para la elaboración de tintes, ya que el árbol de la sangre del dragón, el más conocido de la isla, producía resina roja de buena calidad. Quizás fue la época donde comenzaron a llegar los primeros pobladores. De modo que ya en la Antigüedad, la isla sería morada de mercaderes y colonos como escala para la ruta hacia La India, ruta que luego aprovecharon árabes a partir del siglo VIII (aunque en el siglo X los mismos relatan que estaba habitada por cristianos nestorianos). En la Edad Moderna los portugueses desembarcaron en la isla, a principios del siglo XVI, considerándola una Colonia. Pero el control pasaría a manos del Sultán de Mahra en 1511, hasta que se convirtió en protectorado británico en 1886. En 1969, ya siendo Yemen una república sólida, quedaría definitivamente anexionada a su territorio.
Socotra, la Isla de la Felicidad, encierra grandes misterios todavía por descubrir, tanto por su extraña biodiversidad, como por las gentes que allí han habitado, con numerosas leyendas que nos han llegado a Occidente de extraños reinos bajo árboles gigantescos, morada de amazonas y unicornios, con relatos pertenecientes a todas las religiones, pues hasta los primeros cristianos relatan que Tomás Apóstol predicó en la isla, pero también de proyectos de futuro, pues se quiere transformar parte de la misma en los más modernos y lujosos complejos turísticos del mundo, algo radicalmente contradictorio, ya que veremos el establecimiento de lo más antiguo con lo más moderno de la Tierra. Como es lógico, los turistas lo verán como un gran atractivo, con todas las comodidades del mundo moderno, pero a los demás no les hará demasiada gracia “adulterar” este maravilloso submundo único con enormes bloques de hormigón y acero, tapando la vista entre la Naturaleza terrestre y el vasto Océano. Esperemos que se mantenga virgen y se encuentre solución para su rápido deterioro.