El litoral mediterráneo español está repleto de espacios naturales de gran belleza. Esta vez nos detenemos en la isla de Ibiza, donde se encuentran numerosos parajes que la han convertido en uno de los destinos turísticos más demandados del mundo. Se trata de un pequeño entrante de mar sobre un acantilado y que, separado por un espigón natural, produce dos pequeñas playitas rodeadas de bosque mediterráneo. Sus aguas son de un verde esmeralda cristalino, ideal para un buceo no profesional, pues cerca de la orilla no cubre demasiado y se pueden practicar los deportes náuticos con las debidas precauciones. De hecho, algunos pequeños cruceros suelen hacer escala en sus rutas por la isla.
La cala d´en Serra pertenece al municipio de San Juan (Sant Joan), al Noreste de la isla. Curiosamente se necesita recorrer la distancia más larga posible desde la ciudad capital Ibiza, pues se encuentra a unos 30 kilómetros de distancia, algo que la convierte en la zona “menos visitada” y, por consiguiente, la menos masificada de la isla. Posiblemente sea el paraje donde se respire aquel ambiente de naturaleza y libertad, rememorando los tiempos hippies de los años 60s y que tanta fama le diera a las islas Pitiusas.
Para llegar, tanto en vehículo particular como en autobús o excursión planificada, debemos estacionar a unos cientos de metros pues no existe acceso por carretera que nos lleve a la orilla. Debemos caminar por un acceso de bajada entre los medios y bajos matorrales que circundan el precioso paisaje natural. Pero no encontraremos una playa desierta, ya que todos los años abre un chiringuito donde podemos disfrutar de un día fabuloso de playa. Se sirven bebidas frías y gran variedad de comidas.
La cala d´en Serra se ha incluido en numerosas ocasiones en las listas a las playas más bonitas del mundo, listas tan reputadas como las de National Geographic o TripAdvisor. Desde los años 70s existe una construcción inacabada polémica y que se ha convertido en una ruina que afecta al paisaje directamente. Su impacto visual ha reunido año tras año desde entonces a los diferentes cargos políticos y siempre se ha decidido su definitiva demolición y retirada, pero ahí está, formando parte del paisaje. En el año 2016 se pusieron de acuerdo hasta fuerzas antagónicas como PP y Podemos, y parece que no tardarán mucho en acometer las obras de retirada. A ver si es cierto. De momento, atletas “urbanos” la eligen como uno de sus lugares favoritos para promocionar sus actividades, como en el video que os comparto.