Hace unos días me sorprendió la noticia de una inminente bajada del IVA cultural para algunas actividades del Entretenimiento, volviendo al 10 % que gozaban en tiempos de Zapatero. Me enteré de soslayo en las noticias de la tele, pero no logro averiguar qué profesionales en concreto son los agraciados. Al parecer sólo para los espectáculos en directo. De lo que sí estoy seguro es de que Montoro ha prometido una bajada del IRPF, y antes del año que viene, inmediatamente después de asegurar que ampliará el número de funcionarios en todas las dependencias que tengan que ver con Hacienda (operarios para Administraciones e inspectores, tanto para investigar el fraude fiscal como inspectores laborales).
Esto es un poco de locos. Se supone que los políticos no pueden cumplir sus promesas electorales cuando la situación económica del país no lo permite. Así llegó el señor Rajoy al Poder: prometiendo que no subiría los impuestos, que incluso bajaría algunos, pero aplicó una política económica completamente opuesta a lo prometido. No me invento nada, los videos de las contradictorias palabras de todo el Gobierno PP al respecto, todavía circulan calentitos por las redes.
El cambio de criterio del señor Montoro, se produjo al dejar caer que las bajadas no se producirían hasta el 2019 (“para tener una zanahoria en miras de las siguientes elecciones” ha dicho). Al parecer, recordó de pronto la promesa efectuada entre políticos y no por una mejora de la economía española. Para seguir gobernando el PP pactó con Ciudadanos y una de las condiciones fue una bajada de impuestos, así que si le debemos un respiro económico a alguien es a esta última fuerza política y no al Gobierno. Para “adornar” en un ambiente optimista todo este conjuro político, las televisiones han anunciado que el empleo se está recuperando, llegando a valores de hace 8 años, consiguiendo en este primer trimestre del año que la Seguridad Social inscriba a más de 44.000 nuevos autónomos.
Por otra parte, los políticos al mando en Cataluña siguen con su parodia particular. Una pequeña duda en el seno de su más cercana cúpula, le ha costado al Conseller Baiget el cese por parte de Puigdemont, por declarar en público sus dudas por un referéndum que augura “poco exitoso” ante la fuerza del Estado. Resulta importante seguir los acontecimientos en este extremo del país, ya que las políticas económicas, históricamente hablando, son las que han conseguido siempre más o menos “simpatías”, calmándose los ánimos si se vislumbra una economía optimista.
Tanto en su día, cuando Rajoy prometió y no cumplió respetar el nivel de nuestras cargas impositivas, y ahora que aseguran bajarlas, se demuestra que los políticos no se guían por las necesidades del ciudadano ni del país, sino que “se arreglan entre ellos sus propios intereses». Siguen diciendo, a principios del verano, que suben las contrataciones, para llegar a septiembre y mostrarnos los despidos masivos. Son ya muchas décadas manipulando los datos para que los españoles no lo recordemos. Todos los años lo mismo: los medios muestran a los portavoces de los sindicatos, con aire optimista, porque los bares de playa contratan por dos meses a nuevos camareros. Siguen los empresarios de la Hostelería apareciendo muy optimistas en la tele porque los guiris van a llenar los hoteles, y se aprovecha el estadio vacacional para que algunos políticos metan cizaña, mientras el resto pasa sus mejores vacaciones a costa del contribuyente. Hoy mismo ha habido bronca entre los Eurodiputados porque sólo han asistido 30 a la Eurocámara, toda una manifestación clara de la intención pasiva que se tiene por parte de esta clase social, los políticos, verdaderos culpables de todo lo bueno y lo malo que sucede en un país y en Europa en general.
Pero al fin triunfa el trabajo de los españolitos corrientes, que son los que levantan al país. Sufrimos zancadillas e injusticias por parte de los políticos, pero nos levantamos cada día y nos buscamos la vida como podemos y sabemos. Los autónomos tenemos la esperanza de que mejore nuestra situación, de que los casi 2 millones que no pueden pagar a la Seguridad Social, ni resistir la presión fiscal, logremos la comprensión de los políticos, pues también Montoro ha prometido una mejora en ese sentido. Somos nosotros en definitiva los que queremos prosperar, ya que los políticos han llegado a la cima de los sueldos y de los privilegios.
César Metonio