Anoche estuve mirando en directo las dos últimas horas del intento de Golpe de Estado en Turquía, gracias a una cámara que un reportero español (David) tenía enfocada al puente del Bósforo en Estambul y que el diario digital El País emitió en abierto para los navegantes de Internet. Además iba escuchando las opiniones del noticiero 24 Horas de RTVE, que conectaban de vez en cuando con el mismo reportero por vía telefónica y sacaban imágenes de lo que ocurría en Ankara, la capital política del país. Era de madrugada y me mantuve pendiente hasta las 2:00 que eran las 4:00, más o menos, en dicho país.
Lo primero que me llamó la atención de los invitados en 24 Horas era la insistencia por comparar el Intento de Tejero del año 1981 con los acontecimientos que contemplábamos aterrorizados en directo. Me parece obvio que una Democracia que sufra este intento de “ruptura del sistema” por la fuerza, sea comparable, pero los invitados insistieron en que tanto el Presidente Recep Erdogan, como el militar al mando de la sublevación, manifestaron en algún momento dicha comparación como referencia a los acontecimientos recientes, algo bastante improbable porque Erdogan estaba en paradero desconocido (se suponía que debía aterrizar en el Aeropuerto de Estambul) y el militar era inaccesible para ningún periodista.
Intentar descubrir qué es lo que ha ocurrido en Turquía me parece muy aventurado. Han pasado casi cuarenta años desde el Golpe del 23-F y todavía quedan muchos cabos sueltos, así que esclarecer el caos de Turquía me parece prematuro, pero si se puede hablar de lo visto anoche y de comprobar que cada cultura se manifiesta de manera distinta ante agresiones tan graves. Un golpe de estado en Turquía no es nada nuevo pues ya van cinco en menos de un siglo. En fin, os voy a relatar lo que vi anoche.
Nada más conectarme se podía observar una muchedumbre que avanzaba por el margen derecho de la autovía que conduce al puente del Bósforo. Caminaban pacíficamente vitoreando proclamas en pro de la democracia y la libertad, hasta que las decenas de soldados apostados en lugares estratégicos abrieron fuego contra la multitud, que se retiró inmediatamente, dejando una veintena de cuerpos tendidos y decenas de hombres que intentaban recogerlos, a pesar de que el tiroteo no cesaba. Una ambulancia se acercó por el centro de la Autovía y evacuó a varias personas heridas, y decenas de vehículos intentaban cruzar por el puente, pero daban media vuelta y se unían a los que cruzaban en dirección opuesta. Al parecer, el otro extremo no estaba bloqueado por soldados, pues la llegada de vehículos no cesaba. Todo me hace pensar que al menos 20 personas habían fallecido en esa primera intentona por cruzar el puente.
Durante la siguiente media hora interminable los exaltados manifestantes (desarmados), intentaron varios acercamientos. Entre el puente y los primeros manifestantes apenas se distanciaban unos 50 metros, hasta que llegó un carro blindado por la izquierda, una tanqueta por el centro y un autobús militar que se abrió paso entre los manifestantes en dirección a los soldados rebeldes, que ahora disparaban ráfagas al aire. Tras unos minutos reunidos los manifestantes más “valientes” (los más cercanos al peligro) con los ocupantes del autobús, la multitud de civiles retrocedieron hasta posiciones más seguras, más o menos unos 50 metros más atrás. Los vehículos militares se perdieron en las posiciones de los soldados rebeldes.
La última hora los manifestantes se congregaron bajo una enorme bandera turca y ahora los cánticos se convirtieron en un grandioso grito por la libertad. Sería el último intento de cruzar el puente hacia la orilla de Europa. Avanzaban pero esta vez los soldados no permitieron ni el acercamiento a 50 metros, soltando un verdadero aluvión de metralla en todas direcciones. Solamente vi muertos en el primer acercamiento, muertos que según fuentes varias ya ascienden a 180 y más de 3.000 heridos en todo el país. Probablemente en cada ciudad importante de Turquía habría un “puente del Bósforo”, enfrentamientos entre civiles y militares sublevados. Las últimas noticias hablan de casi 800 militares arrestados, entre ellos Ilker Basbug, exjefe del Estado Mayor del Ejército Turco y que los primeros muertos han sido 17 policías que se enfrentaron a los rebeldes.
Todo terminó precisamente cuando Obama se puso del lado de la Turquía democrática. Casi de inmediato Merkel secundaba al americano con similares declaraciones. Hasta Pablo Iglesias twiteaba que estaba del lado del Presidente Erdogan, a pesar de sus diferencias políticas. Curiosamente con este aluvión de declaraciones a nivel internacional, se liberaba la televisión pública turca y comenzaron las celebraciones. Dentro del caos, todos daban por sentada la victoria cuando todavía existen focos activos de violencia y se escuchan incluso ahora tiroteos en Estambul, Ankara y otras ciudades. Parece como si las solas declaraciones internacionales fuesen suficientes para “cerrar el caso”. ¿Similitudes con el 23-F? No recuerdo manifestaciones cívicas hasta el día siguiente en España, ni enfrentamientos ni tiroteos. Si recuerdo mucha presencia militar por las calles esa noche, con los tanques por las avenidas de Valencia y mucha incertidumbre, como en todas las situaciones caóticas.
Otra diferencia importante en la comparación con el 23-F sería que al Presidente americano le dio lo mismo todo lo que ocurriera en España. Declaró que eran asuntos internos y que los españoles debían resolverlos. Ese detalle da cuenta de que no es comparable ningún golpe de estado, ni siquiera comparar entre un golpe de estado y otro ocurrido con anterioridad en un mismo país. Hay muchas cuestiones todavía por aclarar, principalmente si ha sido un montaje para reforzar la democracia en Turquía, montaje con un coste alto de víctimas civiles. Contemplar un suceso de este calibre en directo sólo es posible por las tecnologías del siglo XXI, con testigos que podemos asegurar que la madrugada del 16 de julio fue un momento trágico y hasta funesto para millones de europeos y compañeros de Alianza (OTAN) turcos. Quizás los españoles «montemos» mejor los complots, ya que no sufrimos por víctimas colaterales. Se hizo limpieza en el Ejército Español y eso pretendía Erdogan en Turquía, pero le está saliendo caro.
César Metonio