En la ciudad de París suelen haber atractivas exposiciones artísticas de los más variopintos maestros de la Pintura y Escultura, pero en fechas vacacionales se multiplican, sobre todo las referidas a los Grandes Maestros Universales. No hay que ser un gran entendido ni aficionado a la Pintura para saber que uno de estos Grandes fue Pablo Picasso, uno de los “hijos predilectos” de la ciudad, donde se guarda parte de su prolífica Obra, en un museo dedicado en la calle Torigny, el Museo Picasso, con más de 5.000 Obras, entre ellas la más vasta colección de esculturas del Autor que existe en el mundo.
Además de poder contemplar todas las épocas de Picasso en exposiciones permanentes, hasta el 5 de febrero del 2017, el Museo Picasso de París exhibe una curiosa exposición dedicada al Gran Maestro español en relación a uno de sus mejores amigos, con el artista suizo Alberto Giacometti, más de 25 años menor que él, pero fundamental para la época fulgurante del Surrealismo, mudándose a Montparnasse y convirtiéndose en un tertuliano fijo junto a Maestros de la talla de Joan Miró, Max Ernst o escritores como Jean-Paul Sartre, Samuel Beckett y André Bretón entre otros muchos intelectuales de la época.
Quizás la Obra de Giacometti no haya tenido la repercusión internacional que ha experimentado la del malagueño, pero todos los artistas, sobre todo Bretón, confesaron tarde o temprano, el influjo que las primeras obras escultóricas de Giacometti tendrían para “justificar” el movimiento surrealista y todas las demás corrientes surgidas por éste. En la Exposición que se puede ver en estos días en el Museo Picasso, se recrea esta relación íntima entre los dos artistas, íntima en el aspecto intelectual, artístico y formal, pues llegaron a ser grandes amigos, experimentando el “fin” de la época cubista para trasladarse a la ebullición sin igual que significó el Surrealismo del tiempo entre Guerras. De hecho, Giacometti visitaría España en plena Guerra Civil.
El 3 de febrero del 2010 se vendió la obra “El hombre que camina” de Giacometti, medio Casa de Subastas Sotheby´s, por 74.2 millones de euros, récord que ninguna otra escultura ha superado hasta la fecha. Picasso, en términos generales, es el pintor cuyas Obras se han vendido a mayor precio del mundo, así que resulta de lo más interesante contemplar a ambos artistas en un mismo espacio expositor. Desde luego si voy a París, no me perdería esta ocasión que probablemente no se repita en mucho tiempo.
Toni Ferrando.