Si me pidieran la opinión sobre qué película de la Historia representa mejor la lucha de las personas que defienden el reino animal, sin duda elegiría La Guerra del Planeta de los Simios, estrenada hace unos meses en los cines de todo el mundo, una película excepcional en todos los aspectos y que no tiene ni un segundo de desperdicio, por su argumento trepidante y correctos diálogos, perfectamente llevados; por su innovadora técnica para elaborar los efectos visuales, tanto de los personajes con piel de simio, como los de la acción en general, así como el mensaje directo que se lanza a la raza humana.
Resulta inevitable una retrospectiva a la obra maestra protagonizada por Charlton Heston en 1968, El Planeta de los Simios, novela del escritor francés Pierre Boulle y llevada al cine magistralmente por el Director Franklin J Shaffner. Hace un año hubiese dicho que esta película simboliza la confrontación sabida en el reino animal que he comentado antes, pero ha tenido que llegar la versión dirigida por Matt Reeves para experimentar en el cine la maravilla tecnológica que hacen tan reales a personajes insólitos, como son los simios humanizados, capaces de transmitir odio, compasión y todas las emociones sugerentes como si fuesen también seres humanos. En el IMDB sigue estando más valorada la película original de 1968 con un 8 entre 147K votantes, y 7,6 entre 111K votantes la versión actual, dato significativo y que nos indica que las pelis míticas resultan siempre “inalcanzables”, pero salvando las distancias, la de Matt Reeves me parece mucho más “directa” e impactante al espectador, siguiendo todos los cánones del Cine bien elaborado.
Matt Reeves contó para el papel protagonista de César con Andy Serkis y con el conocido Steve Zahn para el papel del “simio malo”. El peso de la película está interpretado por “caracterizaciones digitales” sobre los actores, en una tecnología exclusiva para el cine, con unos resultados espectaculares. En cuanto a los papeles humanos, destacan a la ya legendaria figura de Woody Harrelson muy a lo «Marlon Brando» y a una encantadora niñita rubia, encarnada por la actriz infantil Amiah Miller, dando un toque emocional perfecto en todos los aspectos. La Música es importante en el Séptimo Arte, y Michael Giachino compuso para esta película temas de lo más interesantes, luego muy bien adaptados a las escenas.
Se calcula en unos 150 millones de dólares el presupuesto necesario para llevar a cargo este proyecto. A día de hoy se han recaudado sobre los 500 millones, así que hablamos de un éxito total en Taquilla, al igual que su antecesora de hace casi medio siglo. Me parece más que recomendable la película, creo que si se es amante del Cine, resulta imprescindible para conocer los avances en tecnología digital y, además se trata de una Historia bien llevada y de lo más interesante, de las que te pasan en un santiamén y quedas con ganas de más. En mi valoración personal le daría un 9.