Los británicos han dado un fuerte golpe al proyecto ambicioso de una Unión Europea sólida y próspera este pasado 23 de junio del 2016. Su brexit ganado en referénfum tan sólo por un margen del 52 % contra un 48 de ciudadanos que si quería continuar en Europa, ha dejado ya las primeras secuelas en todos los corros de la Bolsa Europea y se teme un desplome de la más importante de todas en las próximas horas, la de Wall Street. De nada valieron las peticiones de Obama al ciudadano británico para que se mantuvieran “en su lugar, que no era otro que la Unión Europea”. Pero ¿por qué la escisión?
Todos sabemos que la economía británica depende de la fortaleza de la libra esterlina y es probable que la continuada bajada de esta moneda haya propiciado (o pretextado) el brexit, pero está claro que los políticos siempre terminan “arreglándose” mediante pactos económicos que equilibren las fluctuaciones de esta moneda respecto al euro y al dólar. Cuando es el ciudadano de a pie el que decide salir de la Unión Europea, tenemos que pensar que dicho proyecto no era satisfactorio para el pueblo británico. Pero antes un inciso: ¿para todos los británicos? Veamos las votaciones por regiones históricas del Reino Unido:
Porcentaje a favor del brexit
Inglaterra 53,4%
Gales el 52,5%
Escocia un 38%
Irlanda del Norte 44,2%
Gibraltar 4,4%
La gran masa poblacional de Inglaterra ha elevado el total proporcional y como consecuencia, el Reino Unido sale de Europa, a pesar de que dos regiones históricas más la Colonia no estaban por la labor. Las repercusiones a corto plazo se reflejan en la Bolsa, pero a largo plazo pueden debilitar un proyecto firme de una Europa unida económica y socio-políticamente. Todos los pactos de cooperación armamentística, comercial, científica, de inmigración y social, etc, deberán revisarse. Un ejemplo: siempre pensamos en los 80.000 españoles que residen en el Reino Unido, pero nunca se tienen en cuenta los 300.000 británicos que residen permanentemente en España, cifra que casi siempre se debe elevar a los 700.000 que, favorecidos por un pasaporte Comunitario, pasan largas temporadas en nuestro país. Unos 15 millones de británicos disfrutan de sus vacaciones cada año en España. Si la libra esterlina sigue a la baja, el poder adquisitivo de los británicos sufrirá una catastrófica situación. Habrá que observar cuál es el plan que tienen los políticos para fortalecer su economía.
A todo esto, de todos los preguntados en los medios, he visto, con sorpresa, a alguien más contento que al resto, al Ministro de Exteriores García-Margallo, que se mostraba ahora dispuesto a reclamar Gibraltar para España por enésima vez. Va a proponer un Gobierno compartido con Reino Unido de 18 meses de duración para que después se entregue la Plaza de una vez por todas a la soberanía española.
César Metonio.
