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La Monja Guerrera es una serie de Fantasía y Aventura ambientada en nuestro tiempo y en Málaga, con localizaciones en varios municipios andaluces, dirigida a un público joven, aunque por su acción, también puede entretener perfectamente al público mayor de 16 en general. Es una creación de Simon Barry y está protagonizada por la portuguesa Alba Baptista. Se estrenó el pasado 2 de Julio en NetFlix, serie bajo la Producción de Fresco Film Services y Reality Distortion Field.
Esta serie resulta del aluvión de producciones que se efectuaron durante el 2018 al 2020 en España. Si antes estábamos más o menos acostumbrados a recibir equipos de rodaje extranjeros para la realización de largometrajes, desde el éxito de Juego de Tronos, muchas productoras han elegido escenarios españoles para sus series, sobre todo las de carácter histórico. Bellos paisajes, castillos y ciudadelas medievales, núcleos urbanos interesantes para ambientar los temas tratados, etc. En esta ocasión, Málaga ofrece ese ambiente religioso, con decenas de conventos, iglesias y monasterios, muy a propósito de la historia que acompaña a La Monja Guerrera.
Alba Baptista interpreta a Ava, una chica de 19 años con un oscuro pasado, que iremos descubriendo en cada capítulo, cuya “vida” se verá transformada radicalmente cuando entra en contacto con un halo de ángel, con propiedades mágicas y que la convierte en una mujer con superpoderes casi indestructible. En la trama entra un equipo de monjas guerreras, con las actrices Toya Turner y Kristina Tonteri-Young como las más destacadas entre ellas y, cómo no, sacerdotes, obispos y toda la pléyade de religiosos que irán explicando la trama que se desenvuelve entorno a la resucitada Ava. El padre Vicente es interpretado por el actor Tristán Ulloa.
La serie está teniendo bastante buena acogida y en el índice IMDB alcanza los 6.7 puntos sobre más de 1870 votantes. Parece que los efectos especiales, al menos en los primeros capítulos que he visto, son de buena calidad, así como la fotografía y la acción se ha rodado notablemente. Otra cosa es que el tema interese. Su creador parece convencido y, aunque mezcla términos bíblicos sin mucho sentido, busca entretener en sus 10 capítulos de los que consta esta primera temporada. Brujas, demonios, seres humanos enfrentados con ellos y entre ellos, música, bellezas juveniles de ambos sexos, problemas de actualidad de pasada, en fin, me parece una serie típica para el verano que si acierta, podría convertirse en una saga a lo “Embrujadas” u otras series juveniles de éxito.
La serie está inspirada en el comic de Ben Dunn, publicado en el año 1994, que a su vez estuvo basado en varias temáticas del manga japonés, llevándolo al “lenguaje bíblico” para los occidentales. Simon Barry retoca algunos detalles para que le encaje en nuestro catolicismo. Creo que para el público en general se trata de una serie muy recomendable para ver y para los más jóvenes será de vicio, sobre todo para ellas, pues siguiendo la estela de estos últimos tiempos, existe cierto ensalzamiento por el Feminismo. Mensaje “insípido” por la fusión de elementos anacrónicos e incoherentes, pero mucha acción y entretenimiento.