Puede parecer una exageración considerar en Europa algún lugar comparable al Trópico, pero en la realidad así ocurre, concretamente en la costa más al sur de la Península Ibérica, en la costa de las provincias de Málaga y Granada. En la franja abrupta entre la línea de playa y unos 30 kms comprendidos hacia el interior, las condiciones climáticas son muy parecidas a las zonas menos húmedas del subtrópico, con una temperatura media anual de 18º C y suficiente agua, en parte por el cauce de pequeños ríos y por otra gracias a un inteligente sistema de terrazas y regadíos que en algunas zonas se remonta incluso a antes del tiempo de los árabes. Bien es cierto que en España existen zonas donde el clima es similar, sobre todo en el resto de Andalucía y Levante, pero en ningún otro encontramos la cantidad de frutales típicos que se pueden dar en el Trópico.
Sería en Almuñécar, Granada, donde se plantaron los primeros esquejes tropicales a mediados del siglo XVIII y donde se comprobó que prosperaban. Almuñécar es un municipio con algo más de 27.000 habitantes y es uno de los tres Partidos Judiciales de la Mancomunidad de la Costa Tropical granadina. Sus playas son las más occidentales de la provincia, así que forma frontera con la provincia de Málaga (Nerja). Los aficionados al Turismo de Playa y Senderismo quizás conozcan la zona por sus bellos parajes naturales, pues todas las guías la incluyen como un buen destino para pasar las vacaciones.
Probablemente alguna vez hayas escuchado la expresión: “en Granada viven las personas más sexis de España”, un dicho verídico porque el gentilicio de Almuñécar es sexitano/a debido a que el topónimo original del enclave se llamó Sexi, una colonia fenicia que nos indica el interés de las antiguas culturas mediterráneas por colonizar las mejores “posiciones”, eligiendo siempre zonas de clima agradable y que resultasen útiles estratégicamente. Durante la dominación árabe se rebautizó la villa a su actual nombre. Que haya perdurado el gentilicio de origen fenicio nos da a entender inmediatamente la riqueza histórica que se atesora en el Municipio, por eso os recomiendo una visita por los museos, como el Museo de la Cueva de los Siete Palacios, que se encuentra en el cerro de San Miguel, una cueva habitada desde la Edad del Bronce, ahora museo arqueológico, declarada Bien de Interés Cultural desde 1931.
Resulta curioso que los historiadores del siglo XI nos hablen ya de las bellas ruinas históricas de la medina (ciudad). Eso nos da a entender que siempre fue un enclave comercial muy próspero y conocido por su producción de salazones, derivados del pescado (el garum del tiempo de los Romanos), plátanos, cereales, caña de azúcar y todo tipo de frutales, así que no es de extrañar que durante la Taifa granadina se convirtiera en su principal puerto marítimo. Solamente los conflictos políticos e invasiones puntuales conocidas son los que cambiaban unos edificios por los nuevos, algunas veces superponiendo éstos y otras abandonando los obsoletos, ahora puras ruinas. Almuñécar pasa a ser cristiana justo en la Edad Moderna con todo el Reino Nazarí de Granada, por eso no es raro que su escudo de armas fuese un regalo del Emperador Carlos I. El aficionado a la Historia no debe perderse una visita a esta preciosa ciudad andaluza, que muestra un rico patrimonio monumental e histórico.
La economía de Almuñécar se ha basado siempre en sus producciones agrícolas y pesqueras. Con el tiempo, además producirían bellas artesanías de todo tipo. Su gastronomía está claramente influenciada por las culturas antiguas. Así tenemos la cazuela mohína, de raíz mozárabe, la Torta de al-Hajú, donde se sigue evitando la manteca de cerdo (prohibida por el Islám) pero cocinada a la manera cristiana, el Merengazo, de origen judío sefardí, por comentaros lo más representativo de su cocina, aunque la variedad es extensa. El Turismo es ya una parte muy importante de la economía sexitana y una bonita manera de demostrarlo es a través de sus celebraciones festivas. Desde el 9 al 15 de agosto se celebran las Fiestas Patronales en honor a Nuestra Señora de la Antigua, pero no hay mes del año que no se celebre alguna Fiesta de barrio, o romería, además de las nacionales de Semana Santa y Navidades.
Los ríos Verde, Seco y Jate irrigan la zona de este a oeste. Numerosas extensiones de tierra están cubiertas de un verde intenso y frondoso debido a las grandes cantidades de frutales plantadas que, reunidas, suman centenares de hectáreas. Aguacates, chirimoyas, mangos, nísperos, todas las frutas tropicales conocidas están representadas en Almuñécar. Más de 80 hectáreas están dedicadas solamente a la chirimoya, a la variedad autóctona Fino de Jete, producida en esta localidad andaluza en el siglo XIX, regulada y protegida en el Consejo Regulador, cuyas oficinas se encuentran en la Avda. Juan Carlos I de Almuñécar. La Denominación de Origen “Chirimoya de la Costa Tropical de Granada y Málaga” abarca distintas poblaciones de estas dos provincias, con una producción que supera las 3.300 hectáreas de cultivos que la convierten en el primer productor y exportador del mundo de esta sabrosa fruta tropical.
Toni Ferrando.