El Palacio de los Condes de Cervellón se encuentra situado en el Paseo de la Alameda Nº 4 de la localidad de Anna, un municipio con algo más de 2.600 habitantes, en la Comarca del Canal de Navarrés, cercana a la histórica ciudad de Xátiva, en la provincia de Valencia. Dicho municipio es muy conocido por los amantes de la Naturaleza y del aire libre por su famoso Lago de Anna, un lugar perfecto para practicar el Turismo Rural. El Palacio se puede observar ya desde la lejanía del pueblo, pues destaca su mole arquitectónica en pleno núcleo urbano, quedando reflejado en todas sus representaciones visuales desde muy antiguo.
El Palacio de los Condes de Cervellón data al menos de mediados del siglo XIII, aunque se sabe que formaba parte de una fortaleza árabe mayor y más antigua (al menos del siglo XII). Actualmente muestra una planta rectangular, de tres niveles de altura, con un torreón adosado a su parte oriental, con dos cuerpos anexos a ambos lados, encaramados al río, y no es difícil imaginar un recinto amurallado a su alrededor que, con el tiempo, fue adaptándose a las necesidades urbanas, reduciéndose las construcciones anexas y quedando visible solamente su parte principal: el castillo, edificio donado en el año 1244 por Jaume I a la Orden de Santiago. La propiedad del Castillo va pareja a los señores feudales del territorio, quedando su nombre definitivamente unido a los Condes de Cervellón que, en tiempos de Felipe IV (siglo XVII), dominarían varias comarcas y la Baronía de Oropesa. Justo medio siglo antes de esta adjudicación, en 1604, Felipe III crearía el Condado de Anna, adjudicando villa y castillo a D. Fernando Pujades Olim Borja y su esposa Francisca Alapont Relleu. Sería Don Fernando y la Señora de Relleu los que reconstruyeran profundamente el castillo para hacerlo habitable, convirtiéndolo en palacio, quedando también el nombre de Borja para el recuerdo dedicándole una sala preferente del actual museo.
El estilo arquitectónico del edificio nos recuerda otros muchos encontrados en la Comunidad Valenciana, pues sigue dicho estilo. Lo verdaderamente sorpresivo lo encontramos en el interior, pues rara vez se hallan conservados o reconstruidos los detalles de época musulmana en las demás construcciones como en ésta. En este palacio se observa la mano mudéjar en el claustro y anexos a patios, pero también arabescos puros en la decoración, por eso los visitantes la empezaron a llamar “la pequeña Alhambra de Valencia”. Sus patios interiores, con celosías y arcadas, su gran fuente y la distribución de los jardines, nos recuerda efectivamente las famosas dependencias y patios granadinos. La luz, cuando entra en estos espacios diseñados con arte y maestría, crea una magia que nos traslada a una época que se resiste a abandonarnos, dejando una huella imborrable en el tiempo.
Tras un gran seísmo ocurrido en 1748, el jardín y luego el oratorio del Palacio albergó el Santísimo Sacramento durante dos años, hasta que terminaron las obras de restauración de la Iglesia Parroquial y más tarde se terminó la ermita donde se exhibe y custodia actualmente, otra joya digna de visitarse, pues se considera de las más bellas de la Comunidad Vallenciana. El Palacio sufrió distintas penalidades como varios terremotos e incendios a lo largo de su historia, pero nunca se abandonó, siendo conocidas dos importantes remodelaciones a finales del siglo XVII y otra en el año 1855. Algo más tarde, en 1890 se vendió la propiedad a don Ricardo de Trenor Buscelli, último dueño y morador del castillo/palacio, hasta que un siglo después, la familia lo vendiese al Ayuntamiento de Anna. Ya en manos públicas, podemos apreciar su estado actual tras las últimas intervenciones que se llevaron a cabo y que culminaron a principios de este siglo, convertido en Museo y Centro de Interpretación del Patrimonio de Anna.
Resulta maravilloso que hoy en día se pueda disfrutar de tan bella construcción, en la que se conservan vestigios de la mano de antepasados que vivieron hace casi mil años, identificando estilos arquitectónicos y artísticos con elementos de todas las épocas. Creo que bien merece una visita, recomendando la guiada y que se puede solicitar con antelación en Tourist Info Anna, con un horario de martes a sábado de 10:00 a 14:00 y de 15:00 a 18:00. Los domingos y festivos de 10:00 a 14:00. Y no ir nunca en lunes pues permanece cerrado al público.