En tiempos andalusíes se cultivaba en la Península Ibérica una variedad de níspero que se introdujo desde Oriente Medio. Poco a poco se fue extendiendo por Europa hasta llegar incluso a Alemania, y por eso se conoció esta variedad europea como Mespilus Germanica en el catálogo de Linneo de 1753. Décadas después, muy a finales del siglo XVIII, llegaron frecuentes intercambios comerciales con China y Japón, y de este último país, se importó un fruto dulce y carnoso muy parecido y que se aclimató bastante bien en zonas del sureste español. La nueva especie fue sustituyendo a la europea hasta que solamente quedó en algunas zonas de Alemania y de más al Norte.
El nuevo níspero se catalogó por Lindley en 1821 como Mespilus Japonica (además de otras nomenclaturas técnicas). En España, el botánico Juan Bautista Berenguer y Ronda lo cultivó en su Callosa natal, publicando sus conclusiones por esa misma década de los 1820s. Desde entonces, ciertas áreas de la provincia de Alicante, que mostraban un clima similar a los cultivados en Japón, fueron produciendo un níspero de tamaño y sabor únicos. La zona de Callosa d´en Sarriá se convirtió en la mejor tierra para su cultivo, por sus condiciones de suelo y clima, de forma que con el tiempo han llegado a considerarse los más sabrosos y a proteger y regularse con una Denominación de Origen propia desde el año 1991.
El Consejo Regulador de los nísperos de Callosa d´en Sarriá se encuentra en la Partida Micleta s/n CP 03510 de esta localidad. Esta fruta tan característica se puede encontrar también en el cercano municipio de Altea, en cantidades considerables, y en otros campos del área montañosa y la costa circundante, pero en menor medida, hasta 19 municipios de las comarcas de la Marina Baja y el Campo de Alicante.
El níspero de esta D.O. obtiene su calidad por las temperaturas medias anuales que son suaves, por el tipo de suelo calizo, regado por aguas provenientes de manantiales naturales y clima subtropical. Con esto obtienen un fruto de color anaranjado y que se pela fácilmente, como un plátano. Su tamaño es similar al de una mandarina. Su sabor es dulce y con una acidez leve, considerado siempre como “exótico”, pues no se puede comparar con las demás frutas autóctonas tradicionales. Muchos expertos culinarios lo comparan con la manzana, ya que prácticamente se producen los mismos resultados culinarios, incluso un vino propio, que en la manzana se convierte en sidra.
La temporada del níspero suele establecerse entre Abril y Mayo, aunque dependiendo del clima, puede anticiparse o retrasarse un poco más en el tiempo. Se recomienda su consumo en estas fechas, aunque está comercializado en almíbar y otros formatos alimenticios muy interesantes, como puede ser la mermelada. Los nísperos de la D.O. de Callosa se exportan a 30 países de todo el mundo, y se calcula que cada año más de un millón de hogares los consumen. Todos los años se celebra en la localidad una “Jornada del Níspero” que suele coincidir con las fechas de recogida y que invita a una atractiva “Ruta del Níspero” por el municipio y sus bellos parajes naturales y a ricas jornadas gastronómicas por diferentes establecimientos para su venta y restaurantes.
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