En el año 1983, en el mismo sistema montañoso que esconde la mítica ciudad de Petra, se encontraron vestigios de un poblado neolítico. Por su ubicación se llama al yacimiento de Ba´ja, como se conoce a la planicie en pendiente entre cerros que lo esconde. Su difícil acceso (un barranco de 70 m de altura), incluso caminando, provocó que no se pudiesen desplazar equipos modernos, hasta que en este siglo, jordanos en colaboración con arqueólogos alemanes, poco a poco excavaran hasta cinco zonas de viviendas enterradas.
Este escondido yacimiento de Ba´ja pasó desapercibido bajo la sombra de uno de los yacimientos más importantes del mundo, como es Petra, además de los más visitados, pero los descubrimientos que van saliendo a la luz, está justificando los esfuerzos realizados hasta el momento, animando a continuar trabajando en la zona al equipo de arqueólogos alemán. Un documental dirigido por Barbara Puskas este mismo año 2022, y que os comparto al final, nos ayuda a conocer este misterioso lugar, susceptible de ser uno de los primeros pueblos de la Humanidad.
En 2018 los arqueólogos dataron el poblado de Ba´ja definitivamente entre los años 7400 al 6900 a. de C. y que pudo albergar hasta 600 personas en su momento de mayor auge. En esa campaña de verano del 2018 se encontró la tumba de una niña de ocho años con un ajuar desproporcionado: un inmenso collar con más de 250 cuentas, en lo que sin duda fue una joya de gran valor para su época. Las campañas precedentes, las que configuraron los actuales yacimientos, no habían sido demasiado espectaculares en descubrimientos, pero ese año 2018 demostró que existe más de una motivación para seguir descubriendo los misterios de nuestros más remotos antepasados de hace casi 9500 años.
La Pandemia de COVID-19 detuvo los trabajos hasta el presente 2022. Pero en los laboratorios alemanes se estudiaron la industria lítica hallada, así como numerosos objetos, como aros fabricados de distintos tipos de roca. Se restauró el collar de la niña enterrada, y ya reposa en el Museo de Petra, a falta de museo propio. En esta campaña se han encontrado nuevos objetos y otras tumbas. Se excavaron también nuevos habitáculos y se ha corroborado la existencia de tumbas en casi todos los hogares (ocupadas o no). Pero no hay evidencias de una vida hogareña tal y como la entendemos hoy en día. Suponen que la vida cotidiana se desarrollaba al aire libre, sobre los tejados, así que se me ocurren algunas cuestiones que el sentido común despierta.
¿Eran los pobladores de Ba´ja los antepasados directos de los nabateos de Petra? Según los vestigios más antiguos encontrados, Petra se fundó en el siglo VIII a. de C. (primero por los primitivos edomitas), de modo que encontrar relación entre una cultura con más de seis milenios de diferencia, descarta por completo dicha relación. Pero también podemos responder con lógica esta pregunta. ¿No eran los nabateos al fin y al cabo nómadas que decidieron un asentamiento permanente para sus familias, mientras los hombres guerreaban, comerciaban, cazaban y recolectaban? ¿No puede ser este comportamiento una herencia directa de Ba´ja?
A falta de testimonios y escritura, queda la etnología y la lectura de las señales en los restos arqueológicos. El que Ba´ja sea un asentamiento “al aire libre” abre otras cuestiones. Si enterraban a sus muertos bajo ellos, por lógica significa que “vivían bajo monumentos funerarios”, unas construcciones muy sólidas y de hasta 4 metros de profundidad, que se usaban como almacén y su subsuelo como tumbas. Creo que resulta una característica que no cuadra con la imagen que tenemos de los primitivos neolíticos. El recuerdo y hasta el culto a los muertos lo demuestra ese collar tan rico encontrado rodeando el cuello de una niña, un collar que valdría una fortuna en esa época.
De modo que los «bajanos» seguían siendo nómadas, pero ese refugio construido para las familias, primeros ganado y agricultura, terminó por ser un asentamiento estable y protegido de otros humanos hostiles por su difícil acceso. También encontramos los primeros peldaños de escaleras labrados en la piedra por la Humanidad, superados en tiempo quizás en los restos más antiguos de Jericó. Pero antes del séptimo milenio antes de Cristo abandonaron el lugar. Para nosotros es un hecho extraordinario porque no se superponen otros pobladores y podemos investigar sin interferencias temporales ni culturales, pero nada indica el motivo del abandono, hasta el momento.
Otros objetos que llaman la atención son unos aros diseñados en piedra rojiza de alta calidad, así como otros hechos con caliza de inferior calidad pero pintados de rojo para imitar los primeros. Se puede tratar de un utensilio para atar sacos de tela o piel para guardar el grano u otros contenidos. Lo dudo por su poca resistencia, ya que se quebraría con algún doblez forzado. Se han hallado en prácticamente todos los habitáculos, así que su uso era de lo más corriente. Este tipo de aros se han hallado esporádicamente en un radio de 250 kms a la redonda, así que podemos asegurar que estos aros también eran corrientes en otros colectivos humanos. Se me ocurre que el aro más valioso era el equivalente al oro de nuestro tiempo, y el pintado era equivalente a la plata, de modo que se trata de quizás la primera moneda usada por la Humanidad. O su precedente más primitivo, con cuatro mil años de diferencia a las evidencias conocidas.
Así que tenemos una sociedad nómada que se asienta sobre estructuras de gran mérito arquitectónico, pero que no las habitaban, sino que plantaban los campamentos sobre sus azoteas. Sus ingenieros labraron también escaleras y construyeron diques para almacenar agua para su consumo y agricultura. Consta una industria lítica muy perfeccionada, pues eran capaces de fabricar herramientas para elaborar joyas de la época, recortando huesos, conchas de moluscos y piedras de manera muy refinada. Conocieron el Comercio y fabricaban moneda en forma de aro, pero no se observa ninguna construcción megalítica, en forma de templos o palacios, donde se hubiese invertido tanto excedente monetario. ¿Fue ese sencillamente el motivo del abandono del lugar? ¿La falta de espacio para desarrollar mayores y mejores construcciones? La avaricia suele ser más que suficiente motivo de evolución, a peor o a mejor.
Este antiguo y misterioso poblado jordano de Ba´ja puede darnos más pistas, porque la excavación no ha hecho más que empezar. ¿Pudo ser el cercano yacimiento de Beidha el lugar elegido para un nuevo asentamiento? En éste, datada una segunda ocupación precisamente en el VII Milenio a. de C., podrían encontrarse similitudes o vínculos culturales con Ba´ja. El Patrimonio de la Humanidad que rodea Petra puede depararnos mucha información sobre nuestras primeras costumbres hasta la configuración de las primeras ciudades. Veremos si los resultados del equipo italiano que excava Beidha comparte con los alemanes de Ba´ja, pues se trata de ir recopilando información, cuanta más mejor, para conocer nuestro pasado más remoto y poder comprendernos un poco mejor.