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Existen en España pocos yacimientos arqueológicos de época islámica que no estén influenciados por culturas anteriores y posteriores, como Medina Azahara, y por eso su importancia, ya que se construyó y destruyó (o abandonó) en pleno periodo andalusí. En la provincia de Toledo, cerca del cauce del río Huso, existe otro yacimiento llamado Medina Vascos que también se construyó durante dicho periodo islámico, siendo abandonado en el tiempo de gran esplendor de dicha cultura. ¿Por qué?
Medina Vascos o Ciudad de Vascos se encuentra en un promontorio o colina elevada y en una privilegiada situación geográfica, actualmente en el municipio de Navalmoralejo, en el viejo Camino de los Baños de Fuentes, en la Finca Las Cucañas. La época de su construcción se ha establecido por los expertos entorno al siglo IX, en plena consolidación del territorio andalusí por la Meseta Central, por eso no sorprenden sus fuertes defensas, señal inequívoca de que para consolidar se debe demostrar poder, tanto ofensivo como defensivo. También nos indica que, ni en periodos de paz, la península Ibérica estuvo libre de confrontamientos internos o externos, motivo principal por el que los vikingos, por ejemplo, nunca consiguieron establecer una colonia en suelo ibérico, salvo algún campamento provisional en Galicia (O Vicedo), o Pais Vasco. Sería abandonada sobre el siglo XII esta mítica ciudadela de Vascos, identificada por muchos como la antigua Medina de Nafda bereber, enclavada en el distrito de Basak, uno de los tres que dependían de al-Talabaira, hoy en día Talavera de la Reina. Precisamente se piensa que el topónimo tiene su origen por este distrito.
El ribat o fortaleza con guarnición se construyó probablemente durante la segunda década del siglo IX como bastión frente al Tajo, frontera natural con los cristianos, y defensa de un territorio con ricos recursos, tanto agrícolas como mineros. Entre el año 930 y 950 fue asentándose un numeroso núcleo poblacional que la elevó al título de Medina (Ciudad), y sus construcciones civiles y militares presentan el tipo y materiales típicos del periodo Omeya. Alfonso VI ocupó la importante capital de Toledo en 1085, cuando era la taifa más importante y grande de la Península, hecho que obligó a una resistencia contra los cristianos que no duró demasiado, sometiéndose al nuevo régimen en las siguientes décadas y cayendo en una rápida decadencia.
Por la posición geográfica de Medina Vascos podemos deducir que las decisiones políticas más importantes se tomaban en Talavera de la Reina. Como bastión militar e importante núcleo poblacional (entre 2500 a 3000 habitantes), tomó partido por su capital contra el centralismo de Toledo durante más de medio siglo de taifas. No cabe duda de que pudo también apoyar al Rey cristiano en su toma de Toledo, ya que Talavera estuvo continuamente enemistado con los dirigentes toledanos (ambos musulmanes), e incluso se registran bastantes revueltas en este sentido, y hoy en día se puede dudar abiertamente de que la Reconquista fuese un hecho protagonizado exclusivamente por la Religión. Los documentos demuestran que los intereses particulares siempre estuvieron por encima de los políticos, religiosos y/o culturales, hecho que debería plantearnos reescribir la Historia debidamente, dejando de lado las perspectivas actuales que son“interesadas”, para transmitir la objetividad que la Historia del ser Humano merece. Medina Vascos se construyó como bastión militar en mitad de la Meseta Central, pero no solamente para defenderse de los posibles ataques del Norte, sino también contra las “razzias” de sus compañeros de religión provenientes del Sur.
Un motivo plausible del abandono sería éste: la desaparición de la guarnición militar, debiendo la población civil dispersarse hacia las vegas del Tajo o emigrar a ciudades más prósperas y defendidas por miedo a las continuadas incursiones de los sucesivos monarcas y nobles que pugnaban por el Poder. Este hecho ocurriría ya desde principios del siglo XII, cuando la nueva nobleza cristiana, empujada por la monarquía castellana, concedía “derechos” de conquista incluso a musulmanes fieles a su causa. Además, los numerosos reinos de taifas del Sureste, probaban incursiones para expandir sus territorios, convirtiendo el Sur del territorio toledano en un lugar prácticamente inhabitable hasta la Batalla de las Navas de Tolosa (1212). Para esas fechas, Medina Vascos ya estaba abandonada y a nadie se le ocurrió repoblarla porque su situación dejó de ser interesante.
El valor arqueológico del yacimiento de Medina Vascos es incalculable. Sin duda merece un esfuerzo grande para su excavación completa e incluso una reconstrucción, ya que se trata de una ciudad de la Edad Media europea única por su tipología y estado de conservación. La alcazaba se erigió al Sur de la colina y la fortaleza y ciudadela en sí al Norte. Las más importantes campañas arqueológicas se llevaron a cabo a partir del año 1975 por el profesor Ricardo Izquierdo Benito, aunque su gran trabajo queda lejos de lo que hoy en día supone un yacimiento de esta envergadura. Si se invirtieran los recursos de otros monumentos nacionales, seguramente sería fiel candidata a Patrimonio de la Humanidad. Actualmente está declarada como Bien de Interés cultural (BIC) desde 1931. Existe un Museo-Centro de Interpretación en la localidad de Navalmoralejo, en su Plaza de la Diputación, donde se pueden observar numerosos objetos hallados en las distintas excavaciones y seguir un recorrido histórico guiado, con interpretaciones que recrean la época habitacional de la Medina.
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