El continúo crecimiento de la venta y demanda de los vehículos del segmento SUV ha obligado a que todas las marcas del Motor hayan desarrollado el suyo propio, incluidas las que tradicionalmente sólo crean deportivos de lujo. Tan sólo el pasado mes de diciembre se vendieron en España 10.000 unidades solamente de las cinco marcas punteras en la venta de esta clase de vehículos, cifra que no parece hacer sombra a la venta millonaria de los turismos en todo el mundo, pero comparando las cantidades con los años anteriores, notamos un incremento exponencial, como para considerar al SUV el vehículo de moda actualmente.
En España se vendieron 189.815 SUV entre las 20 marcas de mayor demanda en el 2015, y en el año 2016 la cifra alcanzó las 239.340 unidades vendidas (según datos de la página Motor.es), así que no hace falta consultar más fuentes para darse cuenta de que se espera el mismo incremento (de unas 50.000 unidades) de los fabricantes para este año en curso. En todo el mundo el incremento ha sido similar al experimentado en España, con las marcas Honda, Toyota y Hyundai a la cabeza en ventas rondando las 700.000 unidades cada una, donde se ha notado un espectacular incremento en la marca surcoreana, que ha pasado de vender algo más de 300.000 unidades en 2015 a las 639.053 en 2016. El Range Rover Evoque, pionero en el desarrollo y concepto moderno de SUV, no aparece entre los 20 que más venden en el mundo y si el 19º de los más vendidos en España (6.014 unidades), dato que me ha sorprendido mucho. Quizás le haya pasado factura el “prestar” su plataforma de montaje a otras marcas desde hace décadas.
Tanto para las listas en España como para el mundo, se contabilizan los vehículos vendidos por modelos, por eso debemos considerar a la Nissan como el fabricante número uno a nivel mundial, ya que entre sus tres modelos de SUV en el mercado, suman más 1.2 millones de vehículos vendidos el pasado 2016, seguido por Honda con algo más de 1 millón de unidades, y Toyota y Ford rondando el millón de SUVs vendidos cada uno. Siguen siendo cifras bastante alejadas a la venta de turismos, pero hace tan sólo 5 años no se llegaba ni a la mitad de unidades vendidas que en la actualidad. Así que debemos ponernos en la piel de los usuarios para intentar comprender una moda que no parece pasajera, sino que se va incrementando mes a mes, año tras año.
El factor fundamental a tener en cuenta es el aspecto robusto de un SUV, con mayor altura y volumen que un turismo convencional. Esta característica anima a los más inseguros al volante y a los que buscan mayor seguridad en la conducción. Resulta de sentido común que un SUV nos transmite más garantías a la hora de una colisión, aunque todos sabemos que colisionar a velocidades que superen los 100 kms/h es más bien una cuestión de azar el salir ileso que de física, pues depende del ángulo, de la superficie con la que choquemos, de si el objeto alcanzado estaba en movimiento y venía en dirección contraria, etc. Pero la cuestión es que transmite dicha seguridad.
La comodidad de los ocupantes es otro factor a tener en cuenta. Resulta el auto familiar por antonomasia. Existen modelos que parecen verdaderos salones por el espacio disponible. También suelen disfrutar de un espacioso maletero, algunos con los asientos posteriores abatibles para convertir la cabina en un vehículo de carga. Para las familias que viven en las zonas residenciales resulta una magnífica herramienta de transporte y carga. Además, sus interiores están equipados con la más avanzada tecnología, tanto de ayuda a la conducción como de entretenimiento.
Un factor que siempre mantuvo a este tipo de vehículos en la lista de profesionales y no en la mente de los usuarios corrientes, era su alto consumo de combustible y nivel de ruido, además de su lentitud de reacciones y maniobra. Con los nuevos motores desarrollados en las últimas décadas todo eso ha mejorado sustancialmente, incluyendo la reducción de las emisiones nocivas a la atmósfera. De hecho se fabrican SUV urbanitas, para caminos de tierra o terrenos irregulares y mixtos, razón por la que Nissan, por ejemplo, mantenga tres modelos distintos de SUV en el mercado. Los de alta gama (lujo) pueden alcanzar los 100 km/h en menos de cuatro segundos y disponer de tracción inteligente, con suspensión independiente a las cuatro ruedas, son la evolución de los 4X4 de hace unas décadas.
Precisamente la Nissan se ha adelantado a sus competidores y acaba de lanzar el primer SUV-Crossover con motor híbrido de serie al mercado (Volkswagen primero y luego Toyota probaron sin mucho éxito), y eso nos dice que la inversión de los fabricantes en este tipo de vehículos no ha hecho más que empezar. A pesar de contradecir la política urbanística de las ciudades, donde el vehículo de cuatro ruedas es “perseguido”, dificultándoles el estacionamiento, reduciendo los accesos y la velocidad en beneficio de los demás transportes, al fin el que manda es el usuario, y éste parece que ha elegido un SUV, aunque luego le cueste media hora en encontrar aparcamiento.
Toni Ferrando.