La noticia del reciente nombramiento por parte de Pedro Sánchez del astronauta Pedro Duque como nuevo Ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, evoca esos tiempos legendarios de la Guerra Fría, cuando las dos superpotencias incorporaban en sus equipos o carteles de propaganda a pilotos de los cohetes espaciales para dar más solidez y prestigio a sus gobiernos. Es lo que le faltaba a España tras esta triste década de políticos de pandereta, que nuestros dirigentes se dejen llevar por las apariencias más que con el deber.
Antes de entrar a trapo con el nuevo equipo ministerial para conocerlos mejor y analizar por encima sus curiosidades, me paro en dos comentarios que por separado me han preocupado y que en su conjunto resulta al menos intrigante. El primero fueron las sucesivas acusaciones de algunos profesionales (de la Información) de prestigio que aseguran que lo ocurrido en Cataluña está teniendo un apoyo considerable de Rusia en pro del movimiento independentista, aunque sea simplemente logístico. Ahora vemos que Pedro Sánchez ha maniobrado del mismo modo que ocurrió en el Parlament de Catalunya, es decir, sin ser elegido por el Pueblo y gracias al apoyo de partidos completamente antagónicos, se ha puesto al frente del Gobierno. Si añadimos la elección muy a lo “soviético” de un astronauta para su equipo de ministros, si parece que le da cierto aire a Rusia todo este conjunto. ¿Es preocupante o es simplemente todo casual y veo cosas por pensar demasiado?
Hace unos minutos se ha terminado de configurar el equipo o “Consejo de Ministras” con la última incorporación. De 17 ministros 11 son mujeres. Siguiendo el condicionamiento sexual de los últimos tiempos, se puede decir que se ha formado un “Consejo Feminista”. ¿Debemos protestar los machos? ¿Resulta “progre” que la mayoría del equipo lo configuren mamás y no papás para este país de niños grandes? Por otro lado, también podemos decir que se trata de un “gobierno tecnócrata”, ya que según palabras de Pedro Sánchez, que ahora mismo estaba compareciendo por varios canales nacionales: “Son los mejores profesionales posibles en sus campos”. Dichas palabras definen perfectamente lo que significa tecnocracia, salvo que estará todo dirigido por un político.
Todos los ministros del Gobierno de Pedro Sánchez
El presidente del Gobierno espera presidir este viernes la primera reunión del Consejo de Ministros con su nuevo equipo y 17 carteras repartidas. Esta es la lista de los ministros y ministras:
1 Carmen Calvo, Vicepresidencia, Presidencia y Relaciones con las Cortes e Igualdad, es doctora en Derecho Constitucional, fue consejera de Cultura de la Junta de Andalucía y ministra de Cultura en el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero. Desde junio de 2017 es secretaria de Igualdad del PSOE.
2 Josep Borrell, Exteriores, Unión Europea y Cooperación, europeísta tenaz, a sus 70 años y 22 después de haber sido ministro de Obras Públicas y Transportes en el último gabinete de Felipe González, regresa a la más alta esfera de poder. Tuvo gran relevancia su discurso en Barcelona tras el 1O abogando por la calma y una “unión europea” sin separatismos.
3 María Jesús Montero, Hacienda, presupone, y con razón, de haber saneado las cuentas de la Junta de Andalucía en los duros años de la crisis. Y lo ha hecho con la única fórmula conocida en las administraciones públicas: aplicando severos recortes al gasto público en personal, tanto en Sanidad como en Educación, lo que le ha deparado al Gobierno andaluz severas críticas y movilizaciones en ambos sectores. Si sigue sus propias directrices, no creo que vayamos a notar un cambio significativo en la política tributaria.
4 Teresa Ribera, Transición Ecológica, se especializó en los complicados engranajes de la política climática internacional, asistiendo como cabeza visible del ejecutivo español a numerosas Cumbres del Clima de Naciones Unidas, así que por experiencia que no quede.
5 Nadia Calviño, Economía y Empresa. La imagen de esta profesional dará a Bruselas la señal más rotunda que se pudiera dar. Es difícil concebir un perfil más tranquilizador, profesional y apto para el Eurogrupo que de esta gallega (A Coruña, 1968), hasta hoy mismo directora general de Presupuestos de la Comisión Europea. Al menos a nivel técnico y profesional.
6 Pedro Duque, Ciencia, Innovación y Universidades, puede dar a este sector lo que “necesita”. Se trata del único astronauta español -con permiso de Miguel Ángel López Alegría, que tiene nacionalidad estadounidense- y tendrá la misión de dirigir el Ministerio de Ciencia, un área del que él mismo criticó en 2016 alegando que «sólo se invierte un tercio de lo que se debería».
7 José Luis Ábalos, Fomento. Hombre de confianza del Pedro Sánchez. Tras la defenestración del líder del PSOE, el mandatario valenciano fue de los pocos apoyos que le quedaron en el grupo parlamentario del Congreso.
8 Dolores Delgado, Justicia. Una fiscal progresista de la Audiencia Nacional y cercana al juez Baltasar Garzón -a quien apoyó en su enjuiciamiento- será la encargada de ponerse al frente del Ministerio de Justicia. Dolores Delgado fue la fiscal que se opuso a la primera entrega del informático Hervé Falciani a Suiza, entre otros casos relevantes.
9 Magdalena Valerio, Trabajo, Migraciones y Seguridad Social, es una experta en pensiones con trayectoria como consejera de Castilla-La Mancha.
10 Meritxell Batet, Política Territorial y Función Pública, se trata de una figura conciliadora para ocupar la cartera de Administraciones Territoriales, desde la que explorará la «solución política» al enquistado conflicto secesionista catalán.
11 Carmen Montón, Sanidad, Consumo y Bienestar Social. La reversión del primer hospital público-privado es la contribución de Carmen Montón a un “nuevo modelo” para la Sanidad. Ha impulsado leyes que amparan la sanidad universal y que eliminan los copagos.
12 Isabel Celáa, Educación y Formación Profesional y Portavocía del Gobierno. Tras desaparecer de la primera línea de la política con la llegada de Idoia Mendia a la secretaria general del PSE-EE, nunca arrojó la toalla. Ahora ha llegado el momento de esta experta en Educación de ponerse al frente de un ministerio para intentar modificar la polémica Ley Wert.
13 Luis Planas, Agricultura, Pesca y Alimentación. Embajador de España en Marruecos durante los gobiernos de José Luis Rodríguez Zapatero, Luis Planas intentó disputarle el poder en el PSOE de Andalucía a Susana Díaz en las primarias de 2013, pero no consiguió los avales para ser candidato.
14 Reyes Maroto, Industria, Comercio y Turismo. Se estrenó en la primera línea de la política defendiendo los presupuestos del PSOE en la Asamblea de Madrid. Ahora asume la cartera importante de Industria.
15 Fernando Grande-Marlaska, Interior, era hasta ahora vocal de Consejo General del Poder Judicial, pero su fama se labra especialmente en la Audiencia Nacional. Allí sustituyó a Baltasar Garzón en el juzgado que investigaba a Batasuna adoptando una actitud de gran dureza.
16 Margarita Robles, Defensa. Su carácter llevó a Margarita Robles a aceptar el reto que le puso encima de la mesa Pedro Sánchez de incorporarse a su equipo para dar un giro al socialismo. Y ese mismo carácter le llevó a mantenerse con él cuando la situación política le fue adversa. Así se convirtió en uno de los más fuertes soportes, sobre todo en el ámbito judicial, del proyecto del nuevo presidente.
17 Màxim Huerta, Cultura y Deporte. Ganador del Premio Planeta con su novela “La noche soñada” en 2014 y colaborador durante diez años en El programa de Ana Rosa, Màxim Huerta ocupará la cartera de Cultura.
¿Se puede considerar un equipo de tecnócratas esta lista de ministros presentados por Pedro Sánchez? En teoría creo que si, salvo algunas excepciones, como en Cultura, donde resulta obvia la falta de experiencia del Nombrado. En mi opinión resulta un proyecto “esperanzador”, pero sabemos que una tecnocracia que deba pasar por el filtro de una jerarquía superior (el Partido y el propio Pedro Sánchez), deja de ser tecnócrata para pasar simplemente a “operarios” supervisados. Al menos podemos soñar con que las ideas de estos profesionales nos iluminen un futuro mejor, dejando a parte sus condiciones sexuales y sus «necesidades terrenales”.