Sin duda una de las mejores escuelas pictóricas del mundo se encuentra en Valencia, se trata de la Real Academia de Bellas Artes de San Carlos, fundada en el año 1768 por el Rey Carlos III y por cuyas aulas han pasado maestros de talla universal, como Goya, Sorolla, Antonio Gisbert, Cabrera y un largo etc, iniciándose desde entonces un concurso anual de Pintura, Escultura y Arquitectura que dura hasta nuestros días. El Primer Premio de Pintura concedido por esta prestigiosa Academia, en el mismo año de fundación, sería para el alcoyano Joaquín Pérez, cuyo Jurado de Honor lo encabezaba el Maestro Antonio López. El último Primer Premio lo ha recibido el valenciano Miguel Borrego Talavera, el pasado mes junio, en la XVIII Edición ya con categoría Nacional, entre 68 obras presentadas.
Me quedo en esta gran Academia del Arte y no puedo separarla de otra escuela importante que ha participado activamente en sus dos siglos y medio de Historia, como es la Escuela Alcoyana de Pintura, integrada en la valenciana, pero con una personalidad propia y reconocida a nivel nacional e internacional. Sus pintores, sobre todo en el siglo XIX, tuvieron gran relevancia, encabezando el Neoclásico, todo el período Romántico y culminando el Modernismo. Hace pocos años contemplé en los cascos antiguos de Palma de Mallorca, Madrid y Barcelona, tiendas de cuadros que reservan espacios concretos a dicha “Escuela Alcoyana”, con paisajes y retratos que me resultaron íntimamente familiares.
Pero claro, la Escuela Alcoyana está relacionada directamente con un tipo de arte “realista”, con paisajes muy bien definidos y retratos que asombran por su depurada técnica y realismo. ¿Y qué ocurre con el Arte Abstracto? Por que me consta que existen artistas de gran talla, curtidos en dicha Academia de San Carlos, que también pertenecen a esta famosa escuela pictórica, pero que nos son menos accesibles, a menos que ganen el Primer Premio, como Miguel Borrego, para una obra que difícilmente se nos convierte en “adquirible”.
El Arte Abstracto abre las limitaciones contrariamente al Realismo o Figurativo, que nos define aquello que el artista percibe de las formas. El Arte Abstracto no tiene “tiempo y espacio” ni tampoco unos colores concretos, pues el observador se convierte en principal protagonista de la Obra, por el mero hecho de contemplar. Éste puede definir “emociones” y además nos puede “transmitir conceptos” distintos de un día para otro. Es el Arte decorativo más conjuntado a nuestro tiempo si queremos una estancia moderna. Así lo entiende Eliseo Blanes García, un pintor alcoyano que ha superado todos los procesos del Arte para conseguir unas obras abstractas de extraordinaria calidad. Para conocer su obra y adquirirla podemos clicar aquí, aunque prometo seguir sus composiciones (si él me lo permite), para que vayáis conociendo las evoluciones de este Gran Maestro de la Pintura.