Cualquier nativo de España ha escuchado su nombre o probado el queso de Cabrales, un queso de fuerte olor y de color azul que hace las delicias del aficionado a los quesos. Pero, como ocurre con otros productos típicos españoles, se hace tan famoso el original que los de misma elaboración o apariencia enseguida toman “prestado” el nombre del famoso para ser identificado inmediatamente. Al igual que todos los vinos espumosos no son Champagne, tampoco todos los quesos azules son de Cabrales. Para no confundirnos, desde 1981 sólo los auténticos llevan en la etiqueta numerada su Denominación de Origen “Queso de Cabrales”.
Cabrales es un Concejo (comarca) situado al este del Principado de Asturias. La capital del Concejo es Carreña, un pequeño municipio donde tiene la sede el Consejo Regulador de la D.O.P. Quesos de Cabrales. El carácter ganadero de sus gentes, la orografía y sus ricos pastos, desarrollaron durante siglos una leche riquísima, con la que se elabora uno de los quesos más internacionales de España. El ganado es principalmente vacuno, pero el queso puede elaborarse con la mezcla de leche de la vaca, cabra y oveja, en un proceso de trabajada elaboración artesanal y una maduración de entre dos y cuatro meses, durante la cual, el moho (hongo) penicillium se desarrolla en su interior aportándole el color azul, olor y sabor tan particular. Hoy en día 37 queserías elaboran el queso mediante esta artesanal fórmula.
El vecino Concejo de Peñamellera Alta está acogido a la Denominación de Origen de los quesos de Cabrales por seguir estrictamente el proceso de elaboración y poseer las mismas características de calidad que éstos. La zona que comparten ambos territorios de la bella montaña asturiana es ideal para la observación de la Naturaleza. Para visitarla podemos alojarnos en alguna de las numerosas casitas rurales de la región. La mitad del territorio forma parte del Macizo Central de los Picos de Europa, con el pico Torrecerredo que alcanza una altitud de 2.648 msnm. Las vegas de los ríos Casaño y Cares son las zonas llanas y donde se asienta la población, que apenas supera los 2.000 habitantes en el Concejo de Cabrales.
Encontramos entre su patrimonio, restos románicos y renacentistas, además de sus iglesias barrocas, se pueden visitar los palacios de Cernuda, Navariego, Mayorazu y de la Familia Díaz de Iguanzu, que abarcan los siglos XVII y XVIII, bellos monumentos declarados Histórico-Artísticos. Además de la posibilidad de practicar senderismo, a través de su ruta cultural, podemos visitar las queserías y las cuevas naturales donde maduran los quesos. También se puede practicar alpinismo, piragüismo, pesca y otras actividades que nos despierten el apetito, aunque con la rica gastronomía del lugar, tampoco hace falta demasiada actividad.
Toni Ferrando.