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Pirámides Murcianas es un documental premiado en numerosos festivales de cine y que podemos ver desde hace unas fechas en algunas plataformas como Amazon Prime. Me ha encantado particularmente como gran aficionado a la Historia y a la Arqueología, pero también porque siempre me ha atraído la “otra cara” de dicha Historia, esa que intenta “aprovechar” las lagunas científicas y la falta de pruebas empíricas para sugerir curiosas hipótesis, hecho que confunde y mucho a los lectores y espectadores en general, sean aficionados o no por conocer nuestro pasado más remoto.
El pseudo-documental rodado en plan de parodia no deja a nadie indiferente. Si se hubiese proyectado sin dicha clave de humor, es decir, como puro pseudo-documental, a más de uno le habría convencido de la existencia de un fantástico “filón” arqueológico por tierras murcianas. Aunque la paradoja estriba precisamente en que “cualquier territorio habitado desde antiguo por el hombre, es susceptible de convertirse en un rico e importante yacimiento arqueológico”. Solamente se necesita de un o unos “interesados” que propaguen la información, que parezca lo suficientemente coherente, para convencer al público. El que ciertos puntos del planeta se hayan convertido en iconos de la Arqueología, no es más que un perfecto trabajo de marketing y un derroche de fantasía que llega a veces a rozar lo absurdo. El ejemplo más claro lo tenemos en el entorno de Gizá y sus famosas pirámides, quizás el yacimiento que más teorías de todo tipo ha provocado en la Historia Moderna por parte de la Arqueología oficial y también por los investigadores de lo Oculto y el Misterio.
Al mezclar convenientemente hechos probados y observaciones llenas de sentido común, con probabilidades no tan claras, podemos perfectamente lanzar hipótesis más que convincentes sobre lo ocurrido en nuestro pasado más remoto. En las pirámides Murcianas se sugiere de manera directa que todo lo relacionado con nuestro pasado más remoto, lo considerado real como lo misterioso, no es más que una invención literaria que explotó en su momento aprovechando el interés de los primeros hallazgos. Libros, comics y revistas ilustradas, documentales, hasta películas taquilleras han surgido a centenares, de manera que hipótesis inventadas se han convertido en hechos históricos reconocidos, por ejemplo, en el mundo del Antiguo Egipto, la inmensa mayoría de “deducciones” y versiones libres de grandes directores de cine o creadores literarios, como Mika Waltari y más recientemente Jacques. La Numerología es otra «ciencia» muy recurrida para las hipótesis vinculadas al Misterio, la mayoría casualidades de un mundo esférico y lleno de escalas inventadas por nosotros.
Al convertirse en negocio, la Arqueología ha sufrido bastantes descalabros que los académicos no han sabido frenar. De hecho, en los museos ayudan a muchos de sus colegas de éxito aunque sus conclusiones contradigan la lógica, simplemente porque mantienen el interés del público, y eso se traduce en más entradas y visitas. Sobre todo las campañas anglo-sajonas de principios del siglo XX y la explotación en general de cada hallazgo, que ha ido configurando una clasificación “oficial” de las civilizaciones, son las que más daño han producido, porque actualmente se cuestiona prácticamente todo lo escrito y catalogado, pues se ha configurado un pasado parcial como si fuese la Historia Universal sin ningún motivo de ser, por ejemplo que el homo sapiens tenga su origen en África, como si del Génesis para los religiosos se tratase, de manera que otras teorías ya no parezcan tan descabelladas, como que los extraterrestres implantaron nuestra especie en la Tierra. Y esos errores se cometen por la pereza de los eruditos historiadores académicos de revisar con sentido común todo lo considerado como Antiguo.
Pirámides Murcianas me ha parecido un trabajo muy oportuno en un siglo donde tenemos la obligación de cuestionarlo todo: la Filosofía, la Política, la relación social, etc., y por supuesto, el primer paso debe ser nuestro propio pasado remoto y los múltiples focos de civilización que fueron surgiendo y no solamente en Sumeria y Egipto. Si existen pruebas claras sobre contactos con tecnologías que no se correspondían con el resto de objetos hallados, los historiadores académicos deben aclararnos sus posturas y no silenciar lo que no saben explicar. Como mínimo deben informar de dichos descubrimientos “extraños” y no ocultarlos en los cajones y estanterías que no se muestran al público en los museos.
Pirámides Murcianas se estrenó en Marzo del 2019. Durante ese año recibió numerosos premios, como el C-Fem (Cine Fantástico Europeo de Murcia), Molins Film Festival, Madrid Indie Film Festival, etc. La dirección corrió a cargo de Miguel Guirado y Liana Guadaño. Fotografía por Simón Escudero. La Música se creó y adaptó para el documental con grupos españoles por Igor Gayarre y los Technebro, Substuff, Los Puzle y Dr. Nipples. Si os apetece escuchar esta fantástica banda sonora clicad aquí. Tiene una duración de 47 minutos y cuidado: saber lo que es cierto y qué mentira será todo un desafío.