El 17 de Octubre del 2019 se celebra el Centenario de la inauguración del Metro de Madrid, un punto de inflexión para la Tecnología, el Transporte y Comunicaciones, y también para la Arquitectura y el Urbanismo en España, ya que todos estos conceptos se adentran de lleno en lo que supuso el adelanto científico del siglo XX y animó a gobiernos y empresas españolas al desarrollo y, en muchos casos, a convertirse en pioneros en la creación de nuevos diseños y estructuras aplicadas a las nuevas necesidades urbanas.
La idea de comunicar barrios por el subsuelo de las ciudades, mediante túneles excavados y una red vial de ferrocarril no era nueva. Desde mediados del siglo XIX se proyectó para la ciudad de Londres un tren subterráneo para descongestionar el terrible tráfico rodado y de personas para una ciudad que ya sobrepasaba los 5 millones de habitantes. La ciudad de Nueva York, que iba camino de superar en habitantes a la gran metrópoli europea, diseñaba en paralelo otro transporte vial, señal inequívoca de que se mantenían contactos y asesoramiento entre ambas ciudades. Londres, París, Madrid y otras grandes urbes europeas en expansión, observaban los “ensanches” de ciudades menores españolas por ver los mejores métodos para el movimiento de grandes cantidades de tierra y que produjeran el menor impacto, y así sus ingenieros visitaron la ciudad de Alcoy, por ejemplo, entre los años 1856 y 1860, para comprobar cómo los ingenieros iban a cubrir barrancos, excavar túneles de todo tipo y procuraban aumentar la ciudad otorgando solares llanos donde antes era imposible edificar. Sería en esta ciudad donde se estableció para el resto de España el nuevo ancho de calle a 8 mts., así como se edificaban los modelos de nueva planta para edificios civiles: matadero municipal, correos, hospital, acondicionamiento de parques y áreas verdes con fuentes públicas, se aplicaron los nuevos materiales para aceras y calzada, estaciones de ferrocarril más funcionales, etc.
Con todos estos conocimientos adquiridos por los ingenieros ingleses y norteamericanos, en sus viajes por distintas ciudades de Europa y Norteamérica respectivamente, emprendieron la tarea de construir la primera línea de metro en Londres en el año 1860. Inmediatamente después se comenzaron las obras en Nueva York, pero la primera en el mundo inaugurada sería la de Londres en Enero de 1863, unos meses antes que la de Nueva York. A finales del siglo XIX, casi una decena de ciudades europeas y norteamericanas construirían también líneas de metro urbano. Nada más comenzar el siglo XX, París inauguró la primera línea de metro de la ciudad. Luego vendrían Berlín y Atenas. En Estados Unidos la ciudad de Nueva York horadaba su suelo por fin y en 1904 inauguraba su primera línea subterránea, el “metro” como se entiende habitualmente, pues hasta entonces eran más bien “ferrocarriles urbanos” al aire libre y que no interferían en el tránsito. Buenos Aires inauguraba su primera línea de metro en 1913.
A principios del siglo XX la ciudad de Madrid también incrementó espectacularmente su demografía. Requería de una urbanística bien planificada y uno de sus mayores promotores sería el mismísimo Rey de España, Don Alfonso XIII. Hombre cosmopolita, culto y humanitario (ayudó a miles de heridos en la Primera Guerra Mundial y estuvo nominado al premio Nobel de la Paz, que finalmente se concedió a la Cruz Roja, que nuestro Rey financió en gran parte), alabó la funcionalidad de este medio de transporte, a la vez que consideraba que Madrid, como Capital de España, debía entrar en el “tren de la modernidad” como las principales capitales del mundo. No sólo apoyó con palabras el proyecto, sino que contribuyó con 1 millón de pesetas, casi la mitad del coste total de las obras. Se desempolvó el primer proyecto realizado en 1892, pero numerosos problemas técnicos animaron a un segundo proyecto en 1913, a manos de los ingenieros Miguel Otamendi, Carlos Mendoza y Antonio González Echarte. Se iniciaron las obras el 23 de abril de 1917. El arquitecto Antonio Palacios diseñó las estaciones que se abrieron hasta 1945.
El Rey Alfonso XIII inauguró el Metro de Madrid el 17 de Octubre de 1919. Fue tal el éxito que en su primer año, con una población entonces de 600.000 habitantes, se facturaron más de 14 millones de viajes. La línea contaba con 8 estaciones a lo largo de algo menos de 3,5 kms. Hoy en día es el segundo más extenso de Europa y el quinto del mundo, junto al de Moscú, con casi 300 Kms de vías. Las nuevas formas de diseñar los túneles, que primero debían adaptarse a las locomotoras de vapor, la incorporación de los nuevos motores de diésel, las aplicaciones de la electricidad, la automatización de mecanismos primero y de sistemas más adelante, han ido configurando un servicio de metro que aportaba “modernidad” en todos los aspectos, facilitando los desplazamientos a largas distancias en grandes extensiones urbanas, evitando así los atascos y aglomeraciones tanto del tráfico rodado como humano.
En España seguiría la estela constructora de ferrocarriles subterráneos la ciudad de Barcelona, inaugurándose el primer tramo a finales del año 1924. Ninguna otra ciudad adoptó este medio de transporte hasta seis décadas después, siendo Valencia la siguiente en 1988, y Bilbao en 1995. En este siglo están o han construido Metro, en orden cronológico, las ciudades de Alicante (2003), Palma de Mallorca (2007), Sevilla (2009), San Sebastián (2012), Málaga (2014), Granada (2017) y se está construyendo actualmente el de Gijón.
El Metro o Subway no sólo aportó funcionalidad a las ciudades, también nació una subcultura muy significativa, relacionada con el arte y con la música. El diseño de las estaciones, la decoración de los vagones, caracterizado a partir de los años 70s con el mundo del Grafitti y la “rebeldía” que conllevaban sus acciones, la música “garaje” que se creaba y se interpreta en sus «claustrofóbicos» ambientes, el dibujo con o sin mensaje publicitario de su Cartelería, incluso las vestimentas que surgieron exclusivamente para el “caminar urbano”, numerosas películas rodadas total o parcialmente en túneles y vestíbulos, etc., marcaban y marcan las modas urbanas desde hace un siglo. Feliz cumpleaños para el Metro de Madrid, nuestro entrañable primer Metro de España.