Estimado Jordi,
La noticia de un Levantamiento de carácter independentista en Cataluña, al menos a mi, no me ha llegado por sorpresa. Era sólo cuestión de que los políticos interesados encontraran el mejor momento oportuno. Me extrañaba que con Zapatero no intentarais alguna cosa, pero fue sencillamente porque la crisis que sufríamos en el resto de la Península, todavía no había llegado a Cataluña. Ahora mismo los medios se ceban en el posible desastre económico que puede conllevar una probable declaración “republicana” de los catalanes, pero tú y yo sabemos que ese es un mal menor, primero porque igual que se trasladan, pueden volver las empresas ante mejores condiciones fiscales que en el suelo “patrio”, y segundo y más importante, no importa ningún factor, ni económico, ni cultural ni social, más que la Independencia a cualquier precio. Y los que tú y yo sabemos, están dispuestos a proclamar la República hasta sus últimas consecuencias.
En cuanto a mi respecta, me afecta y no me afecta esta posible secesión histórica. Cuando comenzamos a hablar hace 35 años de la participación de los “Países Catalanes”, se hablaron de ciertas condiciones que no se han visto cumplidas. La más importante, la que establecía un protagonismo por igual de las tres regiones históricas, pero esa premisa fundamental no se ha contemplado. La anexión del Principado de Andorra no me parece buena idea, aunque esté casi cerrado el tema, porque siempre es bueno disponer de “satélites”, con una función idéntica a la que siempre ha tenido.
Pero al grano. Las equivocaciones se han sucedido de tal manera, que me parece inviable una madurez suficiente como para crear un Gobierno ni una Nación, ni siquiera ofreciéndoos como “república bananera” de USA. Me dijiste que todo estaba bien organizado, y mi sorpresa fue mayúscula cuando observé el desmoronamiento de la coalición CIU, dejando a los inmaduros como cabezas de turco, que han acabado con la buena imagen que se podía tener de Cataluña. Te lo digo en confianza, la confianza de un viejo al que no le importa un pimiento nada a estas alturas cercano a la tumba. Me ha indignado mucho que la señera catalana se haya convertido en un símbolo que representa “lo español”.
Los mensajes lanzados como eslóganes han sido confusos y ni siquiera los separatistas del resto de la Península se han visto identificados. En primer lugar, acordamos segregarnos de Castilla y de Madrid, y nunca de España, punto claro y que no lleva a ninguna confusión ni histórica ni actual. Si no se conseguía la Independencia y la carga social fuera considerable, quizás se habrían trasladado competencias interesantes de Madrid a Barcelona, punto medio de una posible negociación entre la separación total y el Centralismo que acapara la actual capital de España. Eso lo teníamos claro hace 40 años, pero habéis ido forjando un odio hacia España incomprensible y contradictorio que se ha trasladado a la ideología, de tal modo que los insultos proferidos entre independentistas y los “españolistas” (que deberían de haberse llamado castellanos) eran los mismos. Así que las manifestaciones al grito de “No queremos a Castilla”, “no somos castellanos”, hubiese resultado mucho más claro y efectivo, usando además la señera oficial y no la confusa estelada, que sabes que nunca me gustó por ambigua. Probablemente gritar contra España simplemente provoca un derrumbamiento del actual Gobierno, que es un logro considerable, pero a un precio desproporcionado. En cambio se ha conseguido un resurgir del espíritu “español” en todo el territorio, haciendo un extraordinario favor a los gobiernos centralistas.
El daño económico sufrido por las empresas catalanas ya las veíais venir cuando se trasladaron miles de Internet y las Editoriales en lengua castellana cuando el mandato de Artur. Habéis pecado de inocentes si pensabais que sólo se marcharían algunas sin grandes pérdidas a largo plazo. Atacar a las pocas empresas mallorquinas y valencianas ha cerrado definitivamente las puertas al apoyo de estos dos reinos y te expliqué en la anterior carta que la solución pasaba por solicitar ayuda económica europea, como en anteriores ocasiones, antes de lanzarse a un desesperado pulso contra el Estado. En definitiva, si era ésta la estrategia a seguir, que lo dudo, se os han escapado numerosos detalles diplomáticos que, juntos, resultan cruciales para abrir el camino a la Independencia. Tú y yo sabemos que la desesperación nos hace incurrir en errores insalvables, de los que luego nos arrepentimos. Lo mejor que puedes hacer es pedir a la Ciudadanía Catalana paciencia. Solicitar en el futuro, siguiendo el protocolo oficial, un referéndum que esté avalado por la Unión Europea. Primero una Consulta no vinculante ni decisiva, pero sí un sondeo oficial para que el mundo conozca el verdadero sentimiento de los catalanes. Organizadlo bien cuidando todos los factores. A tener también en cuenta al posible votante, limpio y transparente. Solicitadlo en las actuales negociaciones.
Por favor Jordi, no me seas chapucero, que llevamos 300 años esperando el momento oportuno, y lo estáis echando a perder. Hemos retrocedido en nuestra imagen de demócratas y liberales hasta lo irreversible. Sólo faltaba “aliarse” con miembros señalados por la violencia provenientes de otras comunidades para que la “razón castellana” se haya reforzado en contra nuestra. En cuanto a nuestra relación personal de tantos años, me he dado cuenta de que me has ocultado numerosos detalles importantes y llegas tarde a solicitar una ayuda de unos socios a los que no respetáis. Hace años que debimos adaptarnos a las estrategias “europeístas”, pero vosotros “a la vuestra”. Las consecuencias serán graves, pues en Madrid están preparando hasta una comisión, con algunos miembros mallorquines y valencianos, para la investigación del contenido educativo en Cataluña, en vista de la manipulación que algunos docentes están impartiendo sobre la realidad histórica y presente de Cataluña.
Un abrazo Jordi. Ya estoy muy viejo para hacerte una visita a Cataluña, así que no seguiré lo acostumbrado y me quedaré por mi tierra este otoño. Ánimo.
Te saluda atte, X
(mail enviado por error a múltiples destinatarios y traducido literalmente del valenciano al castellano, fechado el 6 de Octubre del 2017)