La época del Faraón Amenhotep III está considerada la más excelente artísticamente del Antiguo Egipto. También ocurre en dicha época un acontecimiento religioso que cambiaría el curso de la Historia de esta maravillosa cultura antigua: apareció la figura sagrada de Atón, figura preámbulo del Monoteísmo, que con un faraón Amenhotep IV como su mayor garante, terminaría convirtiéndose en el conocido Ajenatón. En el reinado, y casi con seguridad, regencia de Amenhotep III (pues aparecen reinando juntos en inscripciones jeroglíficas), se encuentra otra figura destacada: el Visir Huy, un personaje que puede aportar mucha información de este momento clave de la Historia Egipcia.
En el año 2009 un equipo de arqueólogos internacional, bajo la dirección de F. J. Martín Valentín y Teresa Bedman, ambos egiptólogos, con sede en el Instituto de Estudios del Antiguo Egipto de Madrid, comenzó a excavar la tumba de este enigmático gran ministro de Amenhotep III. Según cuenta la propia Teresa, todo comenzó con el descubrimiento de una fotografía tomada a principios de los años 1970s del lugar, en el que aparecía parte de una columna enterrada y en la que se podía leer el nombre de Huy, abreviatura de Amen Hotep (Amón está satisfecho), el visir del que solamente se tiene unas pocas referencias y cuya tumba no se había encontrado todavía.
Las campañas de excavación transcurren entre los meses de Septiembre a Diciembre y las primeras son las más laboriosas, pues se trata de cribar cientos de toneladas de arena prensada, con sumo cuidado, hasta configurar la profundidad y perímetro del yacimiento en sí. En el 2011 ya se pudo “contar al mundo” los primeros descubrimientos de la excavación, con numerosos objetos encontrados, así como momias y los monumentos funerarios que habían aparecido. Pero me parece mejor idea saltarnos más de una década de descubrimientos y trabajos (llena de dificultades, incluidos problemas con las autoridades egipcias), para resumir los resultados hasta el presente 2023.
Corroborar que el yacimiento pertenecía a la tumba de Amon Hotep-Huy (más que probablemente miembro de la familia real) ya se confirmó hace una década, pues en el vestíbulo de la entrada principal aparece su nombre. Un grandioso patio y numerosas tumbas excavadas a su alrededor, con otras medio comenzadas, y otras solamente dibujadas en su contorno, en espera del cincel, cuenta que el complejo funerario estaba inacabado porque fue abandonado inesperadamente, quizás por la muerte súbita de su propietario o de su caída en desgracia. Hubiese sido maravilloso para el mundo del arte encontrar una tumba tan grandiosa finalizada hace más de 3000 años, en el apogeo de la XVIII Dinastía, pero para los arqueólogos resulta un “milagro” llovido del cielo, pues encontramos todos los estadios de construcción y decoración artística detenidos en el tiempo, comparable a Pompeya y Herculano, cuando quedaron paralizadas en un instante.
Tener a la vista en la lejanía el Templo de Karnak y a las espaldas el de Hatshepshut, dos de los monumentos más representativos del Antiguo Egipto y de la Arqueología en general, debe de impresionar y de colmar de responsabilidades históricas a cualquier científico. Tampoco queda lejos el Valle del los Reyes y de las Reinas, ni otras tumbas de personajes importantes, así que el lugar, cerca de la antigua capital Tebas, en su máximo periodo de esplendor, entre 1353 y 1336 a. de C., ya nos indica que Amen Hotep-Huy fue el personaje más importante después de los faraones.
Amen Hotep-Huy tenía implícito en su cargo la protección espiritual de su pueblo, así como la custodia del Tesoro material, con una lista inacabable de funciones públicas en el Norte y Sur de Egipto. Durante un periodo indeterminado, aparece otro visir en el Norte, un “desdoblamiento” de funciones que se observarán también en el trono entre Amenhotep III y su sucesor. Esta labor de investigación puede que dé sus frutos tras el estudio de los cientos de objetos encontrados en la tumba y la lectura de pergaminos y grabados en piedra de las paredes y columnas. Es algo que se lleva haciendo desde las primeras campañas. Pero reunir el puzzle de lo que realmente sucedió hace más de 3000 años no resulta tarea fácil.
TVE emite en estas fechas dos documentales sobre la excavación española. El segundo se emitirá la primera semana de Marzo del 2023. Os animo a verlo porque desvelará detalles hasta ahora desconocidos de la Dinastía XVIII. Hasta ahora se han sacado de la tumba de Huy más de 200 momias, pero no ha aparecido la del propio visir, quizás porque nunca llegó a morar en su tumba. La razón se conocerá en el documental. La hipótesis más barajada discurre por el enfrentamiento de Amen hotep-Huy con el heredero Ajenatón, el primero de ideas fijas y protector de una religión tradicional, contra las ideas revolucionarias en favor del nuevo dios Atón, algo que pudo pasar factura al visir y que motivó su martirio y posterior idealización popular, convirtiéndose su tumba en necrópolis, un lugar “digno” para el descanso final de decenas de seguidores de la tradición. Por eso se convirtió en una tumba-templo durante un periodo de tiempo que los arqueólogos están estudiando.
Como siempre, también existen detalles que pueden contradecir lo mostrado en las inscripciones, siempre existe debate, con más motivo cuanto más nos alejamos en el tiempo. Pero no cabe duda de que esta excavación esclarecerá muchas cuestiones desconocidas sobre el periodo histórico estudiado. De momento, ya podemos contemplar el proceso artístico del tallado en piedra, y eso ya es un logro importante para la Arqueología. El Museo de Luxor se nutre y nutrirá de excelentes objetos de esta enigmática Tumba de Amen Hotep-Huy.