El pasado mes de Julio del 2024 cumplía 80 años la maravillosa Geraldine Chaplin, una mujer, una actriz y una persona señalada, desde su nacimiento, por el apellido de peso que “reinventó” el Cine. Quizás parezca un absurdo escribirlo hoy en día, pero si conocemos los albores de aquella industria, Charles Chaplin “despertó” en el espectador los sentimientos que convirtió al Cine en lo que es hoy en día, y posiblemente otro medio lo habría sustituido, de no ser por su contribución.
Geraldine nació décadas después de la magia creada por su padre, pero todavía llegó a tiempo de participar en una de sus creaciones. En 1952, con ocho años, aparece en la película «Candilejas». Si en algún casting no fue reconocida, leer que participó en dicha película daría más de un sobresalto. Aunque su apellido nunca se pudo separar de su persona, aun teniendo pareja británica o estadounidense, donde se pierde el apellido de la esposa. Quizás su unión con Carlos Saura en 1967, tuvo mucho que ver con dicha conservación del apellido, pues en España se conservan los dos primeros de los padres. De ahí que su hijo Shane se apellide Chaplin Saura (de haberse casado sería Saura Chaplin). Geraldine disfrutó de las tres nacionalidades comentadas.
Primogénita de Charles Chaplin (1889-1977) y Oona N´Neill (1925-1991), que era hija a su vez del Nobel y Pulitzer Eugene O´Neill y la escritora Agnes Boulton. “Charlot” se casó con ella en 1943, contando 18 años de edad y él 36 más. De manera que la mayor de los ocho hermanos que tuvo el matrimonio Chaplin, se crió en el Hollywood más refinado (nació en Santa Mónica), en ambientes literarios y creativos de la meca del Cine.
Precisamente, tras el estreno De la película Candilejas, la familia Chaplin se trasladó a Suiza para “apartarse un poco del acoso que el actor y director estaba siendo sometido tras las acusaciones de comunista vertidas desde distintos sectores de la sociedad estadounidense”. El traslado provisional se convirtió en permanente. Terminando sus estudios de bachiller, en un internado donde aprendió francés y castellano, Geraldine se matricula en la Real Escuela de Ballet de Londres. Eso fue en 1961, cuando comienza sus actuaciones, de interpretación y danza, combinando pases de moda en las pasarelas de Londres y París desde los 17 años de edad.
Unos años después, en 1963 probó en el teatro, pero su lugar era el Cine, así que con 20 años protagoniza su primera película, nada menos que con Jean-Paul Belmondo, en un film titulado “Secuestro Bajo el Sol”, estrenado en 1964. La fama y estrellato le llegarían rápido, pues un año después rodaría en España “Doctor Zhivago”, que le valió el reconocimiento de la Crítica y del Público a nivel universal.
Durante su estancia en España conoció y se enamoró de Carlos Saura (1932-2023), por entonces un joven director de 33 años que comenzaba a rodar su primer largometraje de “calidad”, tras “Los Golfos”, su ópera prima rodada en 1960. Ella tenía por aquel año 1965 veintiún añitos y uno de los físicos más lindos del Cine. Tras el estreno de “La Caza”, comenzaría el ciclo de trabajo y amor en conjunción de esta pareja, dando como fruto hasta nueve películas, comenzando por “Peppermint Frappé” en 1967, año en que se “juntaron”, pues oficialmente nunca se casaron, hasta “Mamá cumple cien años” en 1979, año en que la pareja se disuelve sin remisión.
Durante este periodo con Carlos Saura, Gerarda, como la llamaban en casa, “sufrió” un proceso de “españolización” admirable, pues de una cultura anglosajona y luego suiza de habla francesa, a muchas leguas de la España de los sesenta (o eso se dice), consigue un lugar entre la difícil sociedad española de la época y el respeto de la, todavía más difícil, profesión de actores españoles, un terreno de lo más escabroso y ambiente vengativo imaginable, y que aún se respira en la actualidad. Geraldine le dio al cine español más categoría, cuando estuvo claramente apartado del panorama internacional. Durante esa época no renunció a papeles en el Cine de habla inglesa y francesa, con una polivalencia extraordinaria, hasta la actualidad.
La lista de películas y galardones recibidos en su carrera es tan extensa como espectacular. Se puede consultar en la wiki, así que no veo oportuno incluirla aquí. Este post es más bien de homenaje a esta gran mujer que, a pesar de soportar el peso de un grandísimo apellido artístico, único en la Historia del Arte, supo y sabe ganarse a pulso un lugar propio entre los actores más destacados de la Historia. Tenemos la suerte de tenerla en España como una paisana más, sabiendo “aparcar” un matrimonio sin apartar a España de la ecuación, que es lo que casi todos hicieron y hacen, pues continuó su trabajo y relaciones, en definitiva, su amor por España, sin ningún rencor por el pasado, más bien, como ella misma dijo en varias ocasiones: “me quedo con lo bueno pasado, para olvidar los malos ratos vividos”.