El equipo de www.qvo.es ofrece su más sentido pésame por las víctimas del COVID-19 a las familias, por eso muestra desde el inicio de esta terrible Pandemia un lazo negro en todos sus post.
En el momento cuando delegamos el gobierno político en unos “representantes”, ponemos en sus manos todo el presente y futuro de millones de personas. Creímos en 1776 que la figura de un presidente, elegido por el pueblo, resultaría un cambio beneficioso para el mundo que nacía, tras los despóticos gobiernos monárquicos, herencia de la Edad Media y que parecía no tener fin, pero comprobamos que dicho cambio fue realmente un relevo para los payasos del circo, unos payasos que en los últimos dos siglos han asesinado a centenares de millones de seres humanos.
“Navegar” por la Historia de las grandes naciones se acostumbra a realizar mediante sus personajes más relevantes. Nunca se analizan las fuerzas que sustentaron a dichos políticos, quizás con Hitler en los últimos tiempos se estudia desde distintas perspectivas pero, en los libros de la Historia Universal, sintetizan los hechos importantes con el sencillo análisis de sus políticos, de sus dirigentes. Resulta un error que debemos corregir, y empezar a estudiar las “voluntades” de los pueblos y no de sus dirigentes. Tenemos que diferenciar al “corso Napoleón” del sentimiento francés de su época. Debemos “eliminar” la importancia otorgada al político, que realmente no la tiene, para darle protagonismo al ser humano de una vez por todas.
Solamente minorías contadas han conseguido prosperar como pueblos, sin necesidad de políticos relevantes. Un ejemplo claro lo tenemos en el pueblo judío, que no significó ni el diez por ciento de los asesinados en la Segunda Guerra Mundial, pero la “financiación” de sus miembros más ricos, que aportaron fondos a su causa y a la guerra, consiguió hasta un territorio usurpado a terceros países. La palabra “Holocausto” fue tan repetida que en todo el planeta resulta sinónimo de “asesinato de judíos”. La labor de propaganda y posterior política de este pueblo (he puesto un ejemplo conocido pero hay más), les ha permitido fundamentar cualquier acción efectuada contra otros pueblos. La Política permite privilegios a las minorías para todo concepto social y económico, rompiendo una y otra vez las promesas y obligaciones de los dirigentes para el general.
Durante la primera mitad del siglo XX se asesinaron a más personas que en los dos mil años de guerras y catástrofes anteriores. Bien es cierto que la población ha ido en aumento progresivo y exponencialmente, pero no quita que el cálculo sea correcto y terrorífico. Poner a los políticos al frente de las sociedades resulta una gran equivocación y es algo que debe remediar la Humanidad de una vez por todas. Necesitamos un sistema que limite el poder de todos estos “presidentes” que se han escudado en términos como “democracia”, “libertad”, “igualdad”, “Derecho”, etc., términos que les permite desde hace dos siglos acaparar inmensas fortunas (disfrutadas por sus descendientes), y declarar guerras sin la consulta con sus propios conciudadanos.
Parece que el discurso o reflexión vaya dirigido a Mister Putin, que es otro político que quiere pasar a la Historia. Sabe que cuantos más muertos ocasione, más recordado será; cuanta mayor catástrofe, más grande será su panteón funerario. Aunque no se necesita de tumba para pasar a los anales. Hitler y Mussolini no las necesitan. Sus discursos políticos siempre están llenos de razón, pero ésta se pierde en el momento cuando los tanques avanzan y disparan.
Y Putin ha llegado a las manos, pero en el resto del mundo la población está harta ya del político, de modo que los dirigentes están encantados con el lío, pues es la mejor manera de apaciguar a la población para poder seguir ellos amasando fortunas sin trabas. Putin les está haciendo un favor inmenso a los de su clase, a los políticos, a esos que se reúnen en suites millonarias y cierran los tratos más macabros, y que luego enmascaran cuando se sientan en sus cómodas butacas de las Naciones Unidas, sea en La Haya, en Bruselas o en el Palacio de los Congresos de cualquier país. Todos esos políticos saben que Putin les ha dado otra larga etapa para fundamentarse, para dirigir a la masa ignorante, para seguir amasando fortunas.
A Putin lo echarán a patadas del Kemlin, pero hasta que eso ocurra, la matanza será considerable. El pueblo ruso hablará cuando deje de llegarle su producto de consumo, y veremos un desastroso futuro para los países involucrados militarmente. Es tarde para analizar los motivos de esta guerra, como lo es para las anteriores, pero si queremos evitar más guerras, debemos modificar nuestro sistema económico y político, ya que la Economía es el punto fundamental para conseguir un mundo mejor.
César Metonio