El equipo de www.qvo.es ofrece su más sentido pésame por las víctimas del COVID-19 a las familias, por eso muestra desde el inicio de esta terrible Pandemia un lazo negro en todos sus post.
De la otra parte del Mediterráneo nos han ido llegando recetas, a lo largo de la Historia, que han terminado formando parte de nuestro repertorio culinario. Ya vimos en numerosas recetas que os he compartido, que numerosos ingredientes fueron traídos durante la dominación árabe. Pero, del mismo modo, cuando trajimos los nuevos cultivos de América, llevamos nosotros a Oriente Medio otros ingredientes que han enriquecido sus platos. La patata y el tomate son ahora imprescindibles en todo el mundo, de modo que existen platos, en concreto de la Cocina Turca, que nos llegan más interesantes y sabrosos, sin perder la tradición mediterránea.
Antes que nada debo explicar que lo que entendemos por huevos “a la turca” puede bien confundirse por nuestros huevos al plato y a la flamenca, que solemos preparar desde hace siglos en cazoletas al horno. Los turcos llaman a esta variada forma de preparar los huevos también como “menemen”, incluso rompiendo los huevos dentro de la cazuela para hacer un revuelto. Por eso, para no liarnos, llamaremos “a la turca” solamente a este plato que presenta los huevos enteros, sin motivarnos ni discutir por su antigüedad u origen, ya que sabemos de sobra que en el Mediterráneo fuimos introductores del tomate, un ingrediente fundamental en el plato. Muchas recetas que contienen patata y tomate no son originarias de América y España, a pesar de usarlos antes que otras zonas del mundo.
La versión española de este plato son los huevos a la flamenca o al plato y resulta muy sencillo de preparar. Se trata de un sofrito de tomate con guisantes, jamón serrano y chorizo troceados, El sofrito a medio hacer se le rompe un huevo por comensal y se gratina al horno precalentado a 180º, gratinado que no llegue a quemar el huevo. Era un desayuno típico en los años 70s de nuestros padres y abuelos. Un desayuno potente, con el que se comían media barra de pan.
Me consta que durante el siglo XIX proliferaron los viajes a Turquía por los europeos. Los españoles también viajaron por turismo mayormente y se trajeron muchas costumbres en el vestir, en mobiliario y también en lo culinario, poniéndose de moda en muchos hoteles españoles algunas recetas. Bien pudiese ser que entre ellas se encontrara la que viene a continuación y que luego los cocineros de los hoteles diera cada uno su “toque nacional”.
Para no liarnos con los ingredientes, vamos a seguir la receta de un video que me ha parecido la más rápida de preparar y acertada en los productos que lleva.
Ingredientes
6 huevos
2 cebollas
1 trozo de pimiento verde o 1 pequeño
3 tomates rojos
Queso rallado
2 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
Media cuchara pequeña de pimentón dulce
Perejil picado
Sal y pimienta al gusto
Preparación
Cocer los huevos 10 minutos. Los sacamos de la olla y mientras se enfrían, cortamos las cebollas en trozos pequeños. También cortamos el pimiento verde en cachitos. Pelamos los tomates y los cortamos en rodajas. Pelamos los huevos si ya están fríos, y los cortamos por la mitad.
En una sartén con aceite de oliva y a fuego medio, pochamos la cebolla durante 3 ó 4 minutos. Añadimos el pimiento troceado. Otros 3 minutos y echamos sal y pimienta al gusto. Pondremos las rodajas de tomate formando un lecho sobre el sofrito. Tapamos la sartén y dejamos freír otros 3 minutos. Damos la vuelta a las rodajas y colocamos las mitades de los huevos, una por rodaja. Luego incorporamos el queso rallado. Yo pongo el que viene ya preparado especial para fundir, compuesto de varios tipos de queso. Tapamos unos minutos más y, cuando se funda el queso, añadimos el pimentón dulce espolvoreando por toda la sartén. También añadimos el perejil como final.
Si usamos una sartén que se pueda meter en el horno, podemos gratinar 5 minutos con el horno precalentado a 180º. Por supuesto, también recomiendo de acompañar este plato con pan y, por qué no, un buen vasito de vino. Perfecto.
