La cada vez más longeva edad de las personas en el mundo occidental plantea algunos dilemas que son difíciles de solucionar. Uno de ellos es la soledad de nuestros mayores, y más o menos sobre el año 2011, surgió con fuerza una iniciativa residencial para la convivencia en Cohousing, una especie de “cambio de domicilio” para la tercera edad que ahora está tomando más fuerza en los Estados Unidos y España que en otros lugares. El destino a estas viviendas “colaborativas”, los nuevos inquilinos forman una comunidad donde todos cuidan de todos y se organizan el tiempo y los espacios para volver a la “vida activa” en conjunto.

La Covivienda o Cohousing es un fenómeno que apareció a principios de la década de los años 1960 en los países nórdicos, sobre todo en Dinamarca (fuente Wikipedia), aunque no precisamente para las personas mayores, sino para toda la familia, fuere compuesta por un solo miembro o varios. Estados Unidos adaptó este modelo primero de manera experimental, pero progresivamente ha ido creando comunidades de este estilo y a finales del siglo pasado se podían contar más de una treintena. Actualmente son más de 84 comunidades en este país. En España aparecieron en la década de los años 1990 en Málaga y en los últimos tiempos hasta el Gobierno ha visto con mucho interés este tipo de “Comunidades para los Mayores”, que han llamado Cohousing Senior y se tienen proyectadas decenas repartidas por el territorio nacional.

En este video que os voy a compartir, extraña un poco el bajo número de visitas, cuando el tema resulta de lo más interesante, pero me gusta pensar que el más interesado: las personas mayores, no se manejan tanto por Internet como los demás niveles generacionales.

No basta con diseñar un modelo perfecto urbanístico para llevar a buen término todo lo que significa la convivencia entre personas que provienen de distintos ámbitos laborales, incluso de distintas posibilidades económicas. La cuestión resulta interesante si adaptamos las tecnologías domóticas y aprovechamos los adelantos en las energías renovables y sostenibles y, para ello, es inestimable la ayuda del Estado, pues es el Gobierno actual quien ha impuesto las mayores trabas para su desarrollo en España. Con la complicidad del Estado se puede conseguir que cada comunidad sea autosuficiente en muchos campos importantes, como el energético, reuniéndose muchos profesionales que, aunque ya no estén en activo, sirvan de magnífica colaboración para un correcto funcionamiento administrativo y técnico de una Comunidad en general.